REGIONAL

La tragedia dejó 156 chilenos muertos y 25 desaparecidos A once años, del terremoto y tsunami en el Maule

La madrugada del 27 de febrero de 2010, a las 3.34 horas, cuando la población estaba durmiendo, uno de los mayores terremotos de la historia sacudió el centro-sur de Chile, con una magnitud de 8,8 grados en la escala de Richter. El movimiento telúrico de una duración de cuatro minutos tuvo su epicentro en el océano Pacífico, frente a las localidades de Curanipe y Cobquecura, localidades ubicadas a unos 400 kilómetros al sur de la capital chilena.
El terremoto dejó daños importantes en la infraestructura de grandes ciudades y pequeños pueblos, desde las regiones de Valparaíso a la Araucanía, donde se concentra cerca del 80% de la población chilena, aunque los mayores daños se dieron en El Maule y Biobío. Hubo destrozos en cerca 500.000 viviendas y 2.000.000 de damnificados, aunque la mayor pérdida fue la humana: a causa del tsunami que azotó a las costas chilenas y a islas como Juan Fernández, hubo 156 personas fallecidas, 82 hombres y 74 mujeres, además de 25 desaparecidos.
Los sistemas de alerta mostraron en ese momento su fragilidad, ya que la información confusa de las autoridades, que descartaron un maremoto, impidió que la población evacuara las zonas costeras y mucha gente perdiera la vida.
Cobquecura fue el epicentro del terremoto y posterior maremoto que azotó a la zona central y sur de Chile, con una intensidad de 8,8 grados en la escala de Richter. Su origen estuvo en un desplazamiento de la placa de Nazca bajo la placa Sudamericana.
La sismicidad de Chile está controlada principalmente por la convergencia de las placas tectónicas de Nazca y Sudamericana, cuya alta velocidad de convergencia de 8 cm por año, hace de Chile el país más sísmico del mundo y nos convierte de paso en un laboratorio natural para la sismología y la ingeniería sísmica. La concurrencia simultánea de esta alta velocidad de convergencia junto con la juventud geológica de estas placas, se traduce en que Chile tenga los terremotos de subducción de mayor magnitud del mundo, los cuales están siempre asociados con maremotos destructivos.


La ocurrencia del megaterremoto del Maule del 27 de febrero de 2010, el quinto a nivel mundial con una magnitud momento de 8.8, dio la oportunidad de medir y verificar el desempeño de prácticas de diseño sísmico en condiciones extremas. Es importante mencionar que en la costa noroccidental de EEUU, en la zona de subducción de Cascadia en los estados de Washington y Oregon, ocurrió un terremoto similar en 1700, el cual no se ha repetido en los últimos 300 años. Por este motivo las medidas y el comportamiento de la estructura en este megaterremoto despertó gran interés en los EEUU y en la comunidad mundial. A continuación se describen los estudios presísmicos, cosísmicos y postsísmicos del terremoto. Se entiende por estudios presísmicos aquellos que se realizaron antes de la ocurrencia del terremoto, y por cosísmicos a aquellos que se desarrollaron inmediatamente ocurrido el evento. En los estudios postsísmicos se describen las principales lecciones aprendidas del terremoto, y sus nuevos desafíos. Especial mención se hace en este trabajo a las contribuciones de la Universidad de Chile al acervo de conocimientos que aportó este megaterremoto.
Este terremoto subductivo interplaca thrust ocurrió en la convergencia de las placas de Nazca y Sudamericana, con una profundidad focal de 35 km. La ubicación del epicentro fue a 35,909°S y 72,733°W, en el mar frente a la localidad de Cobquecura.
Una de cada tres víctimas fue producto de este fenómeno. El terremoto y el maremoto dejaron 800.000 personas desplazadas de sus hogares. Las pérdidas han sido estimadas por el Gobierno en U$ 30.000.000.000, aunque las estimaciones económicas más recientes las ubican entre U$ 29.663.000.000 y U$ 24.000.000.000, representando un costo aproximado del 18% del PIB. Los seguros pagados por la industria aseguradora ascienden a U$ 8.000.000.000 –valor que es 94 veces lo indemnizado por las aseguradoras para el terremoto de 1985– de los cuales U$ 1.255.000.000 corresponden solo al desembolso en vivienda (casas, departamentos) con un número de 184.451 siniestros denunciados.
Veinte minutos después de ocurrido el terremoto, previo al retiro inicial del mar, ocurrió el tsunami, produciendo casi 178 víctimas (incluyendo a los desaparecidos). El mayor número de víctimas del tsunami ocurrió en Constitución, en la Isla Orrego del Río Maule, y la mayor destrucción ocurrió en Talcahuano, Dichato, Iloca y Constitución. Las olas mayores alcanzaron entre 12 y 15 metros, aunque hubo puntos aislados en que los splash, o choque de olas, llevaron estas alturas hasta 20 metros como en Putú. El maremoto fue de naturaleza muy compleja debido a la ruptura temporal de las asperezas dominantes. La última ola –la más destructiva– que afectó a Talcahuano, llegó a las 3 horas de ocurrido el terremoto y como una inundación paralela a la costa, en tanto los modelos previos a la ocurrencia del maremoto consideraban que llegaría perpendicular a la costa.

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