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PDI: Recomendaciones para evitar presuntas desgracias en pre adolescentes, adolescentes y adultos mayores

La Policía de Investigaciones de Chile (PDI) en el área Ubicación de Personas, quiere entregar información para orientar a padres, adultos responsables del cuidado de otros y a la comunidad en general, información orientada en tres ejes: sensibilizar sobre las situaciones de riesgo, difundir medidas para evitar las presuntas desgracias y educar a la población sobre la labor policial en esta área.
En el caso de nuestra Región del Maule, las Brigadas de Homicidios son las unidades especializadas en investigar este tipo de hechos, y en caso de no existir este tipo de unidad, las denuncias se pueden efectuar en las Brigadas de Investigación Criminal (BICRIM) de la PDI.
El término «Presunta Desgracia», representa la pérdida o extravío, temporal o permanente, de una persona natural, de quien se ignora su paradero y a quien le podría haber ocurrido una desgracia (sea esta física o psíquica).
Los principales a factores en presuntas desgracias en preadolescentes y adolescentes se deben:

  1. Fracaso y frustración escolar: La obtención de bajas calificaciones como asimismo una negativa conducta escolar, genera que los jóvenes, como respuesta de temor a la reprimenda que puedan recibir por parte de sus padres (adecuada socialización primaria), induce el abandono de sus domicilios, siendo habitual que concurran en dirección a algún hogar ya sea de una amistad o de alguna persona con la que mantiene vinculo.
    2.- Problemas sentimentales no entendidos por los padres: Suele suceder que la pareja del menor o la menor desaparecida, no es del agrado de la familia de la víctima, ya sea por motivos de edad, drogas, alcohol, antecedentes personales. Además, existe el grave problema que las jóvenes a edades tempranas comienzan su vida sexual y al quedar embarazadas, por miedo a la represión y al castigo, prefieren abandonar a sus familias, dejando notas ya sea por medio de cartas, correo electrónico, mensaje telefónico o simplemente se van sin dar mayores antecedentes.
    3.- Violencia intrafamiliar: En esta situación, existen problemas de fondo que actúan sobre la psiquis del menor, alterando el estado de ánimo y de conducta cognitiva. Por mencionar algunos se encuentra el abuso sexual, violación, violencia física y psicológica por parte de las parejas de la madre, padre o tutor. Como también es dable de señalar que los problemas de adultos dentro de una familia, como el alcoholismo, infidelidad, precariedad económica y las drogas, generan estados de violencia entre los padres (incomprensión) lo que al ser presenciado por los hijos, produce un cambio mental de depresión, que lleva a dejar su hogar, con el fin de evitar ver continuamente la discusión entre ellos.
    4.- Irresponsabilidad y rebeldía: Existen casos en los cuales la familia no posee mayores problemas, se encuentra bien constituida, gozan de una estabilidad económica y laboral sustancial, o bien poseen escasos recursos pero sin desavenencias. No obstante, los hijos tienden a generar cambios conductuales debido a los vínculos con sus amistades ya sean del colegio, universidad, barrio, entre otros. Las reiteradas fiestas o «carretes» de fin de semana, hace que los padres tomen las medidas necesarias para corregir y poner en línea esta conducta, sin embargo, los hijos no responden generando a su vez un decaimiento en el rendimiento escolar y un estado de rebeldía. Los menores se van de su domicilio a fiestas, sin avisar dónde, cuándo y con quién, por lo que los padres preocupados, interponen las respectivas denuncias, luego pasan dos a tres días y regresan sin problemas, pero la situación se repite una y otra vez.
    Otra situación es cuando los menores solicitan permisos para diferentes eventos, paseos, fiestas, conciertos, viajes, pololeo, etc. Pero no son autorizados, por ende, ellos abandonan su hogar irresponsablemente sin dar aviso. No obstante, la recomendación es siempre hacer la denuncia y no esperar un periodo prolongado de tiempo para realizarla.
    5.- Escape de hogar de menores: Dentro de las denuncias por presunta desgracia, es muy común y reiterado, ya que las causas que motivan los escapes de los menores, se deben a problemas de conducta y violencia psicológica al interior de los hogares, con los propios compañeros o encargados del recinto, lo que en ocasiones se suma a condiciones precarias de alojamiento, alimentación o por querer ir en búsqueda del afecto de los padres. La mayoría de las veces los menores regresan a sus domicilios particulares o al hogar días después.
    La adolescencia es una etapa crítica, en que el/la joven está definiendo su personalidad e identidad, por ello son los padres y personas adultas las responsables de entregarles una adecuada formación. Algunos tips para generar un clima favorable para la comunicación efectiva son los siguientes:
    No delegue en un menor de edad la responsabilidad de su propio cuidado y educación, o de la de otros menores.
    Establezca los límites en forma clara y sin contradicciones en lo que se instruye.
    Manifieste su preocupación por su bienestar no sólo con palabras o bienes materiales. La comunicación afectiva es igual de importante que velar por su sustento. También es importante el tiempo y la entrega gratuita, es decir, estar con el/la joven y mostrar interés por las actividades y visión de mundo que éste tiene.
    Mantenga un adecuado control sobre sus actividades y contactos. Es recomendable saber sobre sus amigos y sus familias, conociendo nombres completos, números de teléfonos y direcciones.
    Respecto a las redes sociales, verifique regularmente sus contactos y supervise sus conversaciones. Dedique tiempo para explicar a sus hijos por qué es necesario esta supervisión y los riesgos que se quiere evitar.
    Solicite orientación: La Policía de Investigaciones realiza charlas a colegios e instituciones, que ayudan a los padres y a estudiantes a conocer distintas situaciones de riesgo a que están expuestos y cómo evitarlos. Consulte en el cuartel de la PDI más cercano.
    No espere que pasen días para realizar una denuncia por presunta desgracia, las primeras hora son fundamentales para concluir la investigación con resultados positivos.
    ¿Cuándo debo denunciar una presunta desgracia?:
    Ante el extravío de una persona o menor tras desconocer su paradero, la denuncia debe ser presentada lo antes posible. Se recomienda llamar a todos los familiares y amigos más cercanos para ver si el desaparecido ha tenido algún contacto, llamar y/o concurrir a todos los lugares que frecuenta. En el caso del extravío de un niño o niña, la PDI recomienda hacerla de inmediato no esperar 24 horas.
    ¿Qué información debo entregar cuando denuncio una Presunta Desgracia?:
    El nombre de la persona extraviada, lugar, hora y circunstancia de la desaparición, características físicas, morfológicas, tatuajes, si posee alguna enfermedad, entorno social más cercanos, vestimentas, fotografía más reciente, número de celular, si tiene correo electrónico, cualquier dato útil para formular un perfil del desaparecido. En caso de ser menor, colegio, redes sociales.
    ¿Dónde puedo solicitar información para una denuncia por una Presunta Desgracia?:
    Puede efectuar la denuncia en forma inmediata en cualquier unidad policial de la PDI, llamar al 134 ó escribir directamente a la Brigada de Ubicación de Personas Metropolitana (Briupmet) al correo electrónico briup@investigaciones.cl.
    ¿Qué procedimientos efectúa la PDI en caso de una persona extraviada ya sea adolescente, preadolescente o menor de edad?:
    Se cursa una denuncia por presunta desgracia en dependencias de cualquier unidad de la PDI, en donde se ingresan todos los antecedentes del menor aportados por sus familiares, tanto física como vestimentas del momento en que se retiró o del lugar de donde desapareció, entorno familiar, escolar y círculo de amistades, una vez aportando la mayor cantidad de antecedentes, se efectúa un encargo a nivel nacional en nuestro sistema computacional interno, con la finalidad de que este si es consultado o controlado por cualquier unidad policial a lo largo del país sea retenido.
    Se efectúa un empadronamiento exhaustivo del entorno, lugares de concurrencia, juegos, domicilios de amistades, sitios web, redes sociales en general, teléfonos celulares.
    Se difunde a través de las plataformas digitales y redes sociales institucionales, con el consentimiento de los familiares.
    Se hace el encargo en el SML, con una ficha especial.
    Contención psicológica a los padres.
    Si el menor o adolescente es ubicado y no desea regresar: En otro domicilio que a criterio del policía, se le están vulnerando los derechos se toma contacto con el juez de turno tribunal de familia y él determinará el procedimiento a seguir ya sea que ingrese a un centro u hogar para menores o entrega a sus padres o un familiar que ejerza la tutela.
    Desea regresar: Dentro de las 24 horas, se traslada al centro de salud más cercano en ese momento y se le constatan lesiones, para que un profesional de salud certifique que se encuentre en buenas condiciones, posteriormente se entrega mediante un documento o acta de entrega firmada y timbrada por el oficial investigador, a sus padres, tutores o familia. Posteriormente se cancela la presunta desgracia en el sistema PDI informando a la fiscalía de la jurisdicción correspondiente.
    Si no es ubicado dentro de las 24 horas: Se solicita al Ministerio Público la emanación de una orden de investigar, para continuar las diligencias tendientes en la búsqueda.
    Recomendaciones ante el extravío de un adulto mayor:
    La principal causa del extravío en personas mayores de 60 años, es la desorientación que se origina en enfermedades que provocan alteración de la memoria y/o compromiso de la conciencia (alzheimer, arterioesclerosis múltiple, diabetes mellitus, demencia senil, cardiomiopatía hipertensiva, entre otras.)
    Cuando hablamos de las personas mayores, si bien, éstas tienen un alto grado de independencia, siempre se debe monitorear su comportamiento y actitudes por parte de su círculo familiar o social más cercano a medida que la edad avanza, esto naturalmente por la aparición de señales de deterioro físico y/o mental.
    Por lo anterior, si estás a cargo del cuidado de una persona mayor o eres parte de su familia.

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