La Feria Libre de Constitución

Desde su creación en la década de 1960, cuando Zilay Rojas Loyola, como Regidor de la Comuna de Constitución, creó la Feria Libre, en su actual ubicación, ya que funcionaba antiguamente a un costado del terminal, en la vereda de en frente, con pequeños comerciantes de las zonas aledañas a Constitución, quienes poco a poco fueron creciendo con el tiempo. Las obras de canalización y embovedado crearon un ordenamiento a las calles que le atravesaban por puentes de hormigón armado del Estero Mapochito en la década del 60, obras del Presidente de la República Eduardo Freí Montalva y la finalización de éste, dio la oportunidad de crear un establecimiento de los comerciantes, que eran de lugares rurales, como también de los productos del mar, de personas que quisieran emprender con actividades económicas vinculadas a temas similares, para solventar a las familias que eran vapuleadas por una inflación y a modo de reunir a los comerciantes ambulantes e eran antiguos pregoneros y distribuidores de sus propios productos.
Obviamente los comerciantes en Constitución tenían una particularidad especial, iban casa por casa ofreciendo sus productos, teniendo clientela fija dependiendo de que vendiera el comerciante ambulante, ahora malamente se conoce a comerció ambulante a uno que se establece, como un derecho heredado en las diferentes veredas de la ciudad, la leche, las tortillas de rescoldo, las lisas, salmones, o productos del mar generalmente se distribuían en caletones, carretelas, carretas chanchas, en fín los medios para atender a la distinguida clientela.

Hoy en día La feria Libre se convirtió en uno de los principales puntos de encuentro de la sociedad maucha, los factores de la economía son distintos pero más de alguien a trabajado o tenido como punto de encuentro este lugar, la feria libre no es hoy una actividad que vaya de la mano de la economía y me perdonarán muchos de lo que no entendieron el fin por la que se creó, que era ayudar a quienes productos de los tiempos de escases económica se surtían con productos a bajo precio en donde el vendedor de la feria recogía el cultivo y siembres de los agricultores de la región, entregando estos productos a un precio asequible para la comuna, como lo fue en antaño, donde se conseguían diversidad de precios accesibles a cualquier bolsillo. El libre mercado permite fijar precios como se quiera estimar, pero deben ser conscientes que siempre la economía no es igual.
De que es un punto neurálgico de turismo, economía y tradiciones, de ello no cabe duda, que el pregonar del mote de maíz o al son del vendedor, «motemeí calientito el mei», o el hola simpática, aunque la persona no lo fuera, era el encanto de la Señora Fresia, con sus sartas de halagos a su clientela, los pescadores que en su entrega directa a los restaurantes y residenciales se esmeraban por proveerlos personalmente, bueno ello cambió con el correr de los años las tradiciones quedaron en la memoria colectiva de quienes son mauchos o poseen una edad suficiente para añorar viejas tradiciones.
The Free Constitution Fair
Since its creation in the 1960s, when Zilay Rojas Loyola, as Councilor of the Commune of Constitución, created the Free Fair, in its current location, since it formerly operated next to the terminal, on the sidewalk in front, with small merchants from the areas surrounding Constitución, who little by little grew over time. The channeling and vaulting works created an order to the streets that crossed it by reinforced concrete bridges of the Estero Mapochito in the 60s, works of the President of the Republic Eduardo Freí Montalva and the completion of this, gave the opportunity to create a establishment of the merchants, who were from rural places, as well as of the sea products, of people who wanted to undertake economic activities related to similar issues, to solve the families that were beaten by inflation and as a way of reuniting the merchants street vendors and were former town criers and distributors of their own products.
Obviously the merchants in Constitución had a special characteristic, they went house to house offering their products, having a fixed clientele depending on what the street vendor sold, now a street trade is badly known as one that is established, as an inherited right in the different villages From the city, milk, ember tortillas, smooth ones, salmon, or sea products were generally distributed in caletones, carts, pork carts, in short, the means to serve the distinguished clientele.
Nowadays, the Free Fair has become one of the main meeting points of the Maucho society, the factors of the economy are different but more than someone has worked or had this place as a meeting point, the free fair is not today a activity that goes hand in hand with the economy and many who did not understand the purpose for which it was created will forgive me, which was to help those who were supplied with products from times of economic scarcity with low-priced products where the seller of The fair collected the crops and sows from the farmers of the region, delivering these products at an affordable price for the commune, as it was in the past, where a diversity of prices accessible to any pocket was achieved. The free market allows prices to be set as desired, but they must be aware that the economy is not always the same.
That it is a neuralgic point of tourism, economy and traditions, there is no doubt about it, that the shouting of the corn nickname or to the sound of the vendor, «warm nickname el mei», or the nice hello, even if the person was not , was the charm of Lady Fresia, with her strings of compliments to her clientele, the fishermen who, in their direct delivery to restaurants and residences, took pains to provide them personally, well, this changed over the years, traditions remained in the collective memory of those who are mauchos or are old enough to yearn for old traditions.