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Sergio Rocco, propietario de Vill Zoo donde existe un criadero de Pudúes en Concepción.

Uno de los hobbies de Sergio Rocco en Concepción, es su criadero privado de pudúes, bautizado como Vill Zoo, porque espera preservar y aumentar la sobrevivencia de esta especie en serio peligro de extinción. En un viaje relámpago efectuado a Talca a Fundación Trekkingchile, donde se reunió y conoció en detalle lo que está efectuando la Agrupación «Salvemos el pudú» en la región, aceptó esta entrevista con «Diario Maule Hoy», para conocer más detalles de su labor preservacionista.
¿Porque eligió el pudú y no otra especie para conservar en su criadero particular?
«El pudú se fue dando en forma natural y el lugar que yo tengo, es de una vegetación similar al hábitat en que él vive. Yo dije, si le imito lo más posible su hábitat natural, se va a poder adaptar mejor. Después se agregó el tema de la alimentación, y otros cuidados específicos, pero lo fundamental, es que el hábitat sea, ojala igual que en el que vive».
¿ Cómo logró integrar la especie y aumentar su número en cautiverio?
«Todo lo he comprado en criaderos privados y autorizados por el SAG. Mi criadero se llama Vill Zoo, por Villuco y Zoológico. Se han reproducido bastantes, entre 15 y 18 especies al año. Este 2023, tuve que separar los machos de las hembras, porque ya era mucha la cantidad que tenía y el manejo se hacía muy complejo, y además, en los terrenos se nos produjo una sobrepoblación. En general, ellos si están en un ambiente ideal que no tenga depredador, viven muy bien. Hay que cuidarlos de los animales, del hombre y de los incendios forestales».
¿ Cómo hace usted para protegerlos de todas estas amenazas latentes?
«Todo el terreno está con placas de hormigón de 50 centímetros de entrada para que no puedan entrar los depredadores por abajo, y muros de malla de tres metros de altura, que consideran tres estilos diferentes : una malla acerada ACMA, una malla cerrada plastificada y una malla para la vista ratchet negra, de tal forma que, nadie pueda ver, ni saber lo que hay adentro. Y eso, son puros colores concéntricos y todos están blindados, porque el tema de la depredación es muy complicado».
¿ Cuándo nació el zoológico y cuales son las perspectivas que tiene con este recinto?
«Desde los doce años siempre me han gustado los animales, los pájaros, los patos, los conejos. Y yo he criado animales como hobbie toda mi vida. En general, no acepto visitas mayores, porque los animales no están acostumbrados a la presencia humana, entonces, si hay pudúes se estresan. Los que más se estresan son los loros, y mueren de infarto cardíaco cuando uno entra a un aviario grande. Está bien que vayan dos a cinco personas, pero no una muchedumbre. Eso es fatal para estos animales y aves. La idea mía básicamente, es mantener un Centro de Reproducción y Mantención de Aves y Animales en peligro de extinción, que estén en las mejores condiciones y en su ambiente más natural posible y con el mínimo de contacto humano. Es cosa de observación. Tengo cincuenta asientos, tú vas, te sientas y observas su comportamiento, y así, vas a aprender cómo ellos viven. Es un tema exclusivo de preservación».
¿ Entonces se considera usted un preservacionista ?
«Lo mío es la preservación animal y de las aves. Me gusta como afición y lo llevo desde pequeño».
¿ Qué otras especies le preocupan y que le gustaría rescatar de la extinción?
«Hay otras especies que me interesan muchísimo, como las liebres mara, también conocidas como liebres patagónicas o liebres criollas. He tenido hasta 25 especies en cautiverio. Y lo que si hago cuando aumentan las poblaciones, es que efectúo permutas con zoológicos. Nunca he vendido un animal, porque uno los quiere como hijos. Hace un tiempo, cambié quince liebres maras, por tres ciervos dama. Lo hago certificado por el SAG»
¿ Es un hobbie muy caro mantener, preservar y aumentar las especies de estos animales y aves en vías de extinción?
«Si es muy costoso. Trabajan conmigo siete profesionales. Se gasta en sueldos, en mantención y en alimentación. Son cantidades que no las puede pagar cualquier persona».
¿ Cuántas personas hay en Chile que hacen preservacionismo desde el sector privado?
«Yo conozco uno más, que es Michel Duran de Santiago y que se dedica a distintas especies, y también hay fundos en el Sur de Chile, donde hay gente que efectúan cosas muy similares a las mías. Yo me imagino que habrá unas diez personas. Y no más, porque tienes que tener una actividad o un negocio que te permita darte este lujo de hacer esto, porque estás hablando de una porrada de millones de pesos al mes. Tienes que tener una forma de financiamiento muy grande para mantenerlo».
¿ Cuántos años tiene el zoológico particular en funcionamiento?
«En Vill Zoo llevamos unos veinte años, pero yo por lo menos, tengo 45 años en el tema preservacionista. He ido creciendo en la mantención con animales y aves. Hay que tener distintas construcciones sobre todo para la alimentación, a donde estén ellos en invierno, aunque prefieren todo lo que sea natural. El pudú va a buscar siempre la rama, la quila, los bosques. Las construcciones que son numerosas, son básicamente para proteger el alimento, para que no se moje y no se ponga húmedo. Que ellos estén cómodos y que sea higiénico.»
¿ Ha tenido contacto con preservacionistas internacionales ?
«No, yo reconozco que soy trabajólico y hay que tener tiempo. Uno hace las cosas porque le gustan, son pasiones personales y estas se desarrollan. Con el tiempo me di cuenta que no era algo normal y que la gente no lo hacía. Para mi este tema en rigor, para que funcionara bien, se debería hacer con alguna forma de financiamiento porque cuando uno se va de este mundo, el proyecto se muere. Entonces ¿ Quién va a financiar la idea y la continuidad del proyecto. Es todo un tema, concluyó».
Entrevista a los profesionales que trabajan en Vill Zoo.
Carlos Urrutia, Supervisor de Vill Zoo, nos cuenta que «mi función principal es la mantención y conservación de todas las especies que hay en el zoológico».
¿ Cómo se mantienen las especies exóticas como las aves tropicales?
«Tenemos un veterinario que revisa todas las especies de aves hasta animales como ciervos y pudúes. Hay alimentación distinta como: néctar y dieta de frutas para aves y animales. Para las especies tropicales de aves, tenemos que adaptarlos al clima, por lo que se le cierran los aviarios y se les coloca estufa para mantener la temperatura ambiente. Hay otras especies, que en el verano se les da agua y en el invierno se les reducen los platos, porque les gusta bañarse y con las temperaturas bajas se mueren».
¿ Cual es la especie rey que tiene el zoológico?
«Loro Arcoiris dentro de las aves y el pudú dentro de los animales. Aproximadamente mantenemos 110 pudúes, porque se han reproducido en cautiiverio».
¿ Cuesta mucho la alimentación del pudú en estas condiciones?
«Es muy delicado porque como están en cautiverio, tenemos que complementar su dieta entre ramas y los pellet que se le dan», aseveró.
Lucas Padilla, encargado de cuidar y mantener los corrales del zoológico, también respondió nuestras preguntas.
¿ Qué acciones determinan su trabajo diario ?
« Me encargo de darles a los animales y aves, su alimento todos los días. Verificar la limpieza del lugar y chequear el estado de salud en el sentido de ver que estén sanos y si hay alguna herida o algo raro en su estado, hay que notificar al veterinario, y ayudarle cuando algún ejemplar así lo requiera».
¿ Cambian mucho sus compartimentos, pasando del verano al invierno en cautiverio?
«Hasta el momento no he notado mucha diferencia, pero creo que, en el invierno se nota en las aves tropicales, y como hace frío en el lugar, tomamos medidas para que se mantengan bien. Con el tema de los pudúes y ciervos es prácticamente igual».
¿ Están ustedes conscientes que están recuperando al pudú que es un animal en vías de extinción?
«Sí, por supuesto. Es una labor muy noble, y sabemos que lo hacemos con cariño, considerando que estamos conservando una especie que está en peligro de desaparecer. A uno lo llena mucho de orgullo y alegría, porque estamos generando un cambio y una respuesta concreta al exterminio de una especie. Realmente deberíamos valorar al Pudú, porque es muy tierno, amoroso y super especial. Un ser único en su especie», concluyó.

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