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Expertos en suelos y cultivos entregaron recomendaciones a agricultores afectados por crecidas de ríos

Entre los efectos provocados por las inundaciones de junio y agosto de 2023 está el daño a cultivos, plantaciones y suelos agrícolas. Las crecidas provocaron pérdida de suelo, acarreo de material como piedras y arena, y cambios en la estructura del suelo. Estas nuevas condiciones cambian la uniformidad del suelo e impiden que los cultivos de desarrollen de buena forma.
Para ayudar a solucionar esta dificultad, la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) realizó un programa de transferencia con una consultoría de expertos para que asesores técnicos y pequeños agricultores de 5 comunas de la cuenca del Mataquito recibieran orientaciones, primero de forma teórica y luego práctica, en terreno, con análisis de suelos en campos.
«Analizamos junto a la cadena productiva que existía muy poca información de los manejos post inundaciones y adaptamos un instrumento de transferencia a una consultoría donde llevamos a un equipo de 3 expertos de la Universidad de Chile a terreno, a Villa Prat, Palquibudi, Hualañé, Licantén y Curepto. Allí estos asesores realizaron diferentes calicatas en los terrenos donde vieron cómo estaba estructurado este suelo, cómo quedó, y aparte se dieron diferentes recomendaciones para el manejo de esos suelos y de los cultivos en cada caso», explicó Robert Giovanetti, representante regional de FIA en el Maule.
«Aquí trabajamos entre FIA e INDAP, con los asesores técnicos de los agricultores para poder entregarles orientaciones en terreno. Se viene una temporada un poco complicada, pero el agricultor se para una y otra vez y lo bueno es que con herramientas como estas le facilitamos para que siga con sus cultivos y logre sacar su producción», indicó la Seremi de Agricultura, Ana Muñoz, en Palquibudi, en la primera actividad que contó también con la presencia del alcalde de Rauco, Enrique Olivares, y el jefe de área de INDAP Curicó, Roberto Barra.
La calicata es una excavación que se realiza en el suelo para el reconocimiento del terreno y evaluación de sus condiciones y aptitudes para los cultivos que se pretendan implantar. En este ejercicio en terreno, se trabajó en campos de agricultores con distintas situaciones: suelos descubiertos, maíz y cerezos. Con la excavación, a unos dos metros de profundidad, los expertos de la Universidad de Chile mostraron a los participantes las distintas capas de sedimentos dejadas por el río, los efectos que esto tiene desde el punto de vista productivo y las soluciones que pueden aplicarse para recuperar la situación preinundaciones.
María Hernández, agricultora del sector Paraguay en Curepto, participó en la charlas con los especialistas: «se hizo una calicata y a través de ella los especialistas nos fueron explicando los distintos tipos de sedimentos que dejó el río Mataquito con las inundaciones de este año y también se nos dio pautas sobre cómo hacer mejoras con respecto a estos sedimentos que quedaron en nuestros campos, para así tener una rehabilitación y poder volver a cultivar como lo hacíamos antes.
«Fue una charla super práctica, muy dinámica, donde interactuamos con los especialistas, en un lenguaje muy simple, y pudimos sacar grandes enseñanzas para poder mejorar nuestro campo. Agradecida del FIA y de todos los que de una forma u otra hicieron posible esto porque para los agricultores es muy importante la ayuda para mejorar los suelos post inundaciones», dijo la agricultora.
La capacitación de FIA estuvo orientada a grupos de pequeños productores y ganaderos de las zonas afectadas, así como a profesionales y extensionistas que los acompañan y asesoran, y se centró en revisar las distintas técnicas requeridas para la rehabilitación productiva de suelos a nivel predial.
Entre las medidas -aunque depende de los casos- se indicaron evaluar las condiciones del suelo para desarrollar el laboreo más pertinente según el cultivo. Si es el caso, se debe incorporar materia orgánica, el despedrado y remoción del material depositado, entre otras recomendaciones.
El equipo estuvo compuesto por los ingenieros agrónomos, académicos del departamento de Ingeniería y Suelos de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile: Dr. Oscar Seguel, especialista en física de suelos y Dr. Julio Haberland, director del Grupo de Estudio del Agua (GEA) de la misma casa de estudios; además de José Luis Henríquez, ingeniero agrónomo, M.Sc. PhD, profesor del Departamento de Sanidad Vegetal de la misma Facultad.

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