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Culminó con éxito el proyecto FPA «Microbosques urbanos»

Este viernes se realizó la ceremonia de cierre del proyecto del Fondo de Protección Ambiental FPA, «Microbosques Urbanos», del Club del Árbol, en el Salón Alberto Hurtado de la Universidad Santo Tomás, sede Talca.
En el encuentro, participaron la Seremi de Medio Ambiente Daniela de la Jara Moreira, los representantes de los organismos asociados, Karen Balboa Silva por esa casa universitaria, y Alberto Vilches por la Escuela Felipe Cubillos, del sector suroriente de nuestra ciudad y la presidenta del Club del Arbol, Isabel Gonzalez Bustos, entre otros invitados.
El coordinador de esta iniciativa Diego Miranda Urbina sostuvo que, los resultados del proyecto fueron muy positivos, «creo que los objetivos se cumplieron, porque se trabajó con los públicos planteados desde un principio y cada una de las actividades que estaban contempladas, se ejecutaron de buena forma».
Lo más sobresaliente del proyecto según el biólogo, fue la educación ambiental con respecto a la flora nativa, para niños, niñas y el público en general.
«Sabemos que la gente conoce algunos árboles nativos, pero no todos. Entonces yo creo que ahí hubo un punto de infección, en transmitir el conocimiento tanto de como germinar, de la importancia ecológica de la flora nativa a los públicos objetivos que participaron y también generar redes de trabajo, porque es un proyecto que requiere de mayor participación ciudadana. En este sentido, fue muy importante vincularnos con las escuelas y con juntas de vecinos, que son organizaciones territoriales que pueden generar cambios en la ciudad», aseveró.
Respecto a la participación de los organismos asociados, sostuvo que «para nosotros es muy importante contar con el apoyo de la Universidad Santo Tomás, en términos de profesionales e infraestructura, también de las juntas de vecinos como organizaciones comunitarias, porque ellas impactan en los territorios y también con las escuelas porque ahí podemos trabajar con un público objetivo, que en el futuro puede generar cambios significados con respecto al arbolado urbano en las ciudades».
La Seremi del Medio Ambiente Región del Maule, Daniela de la Jara, señaló que, «es un proyecto exitoso en todos los términos, porque pone de manifiesto por una parte, la necesidad de que las ciudades incorporen conceptos como la resiliencia, para adaptarse y mitigar los efectos del cambio climático. Es importante reconocer que, en las ciudades vive la mayoría de la población,y por lo tanto, necesitamos llevar a las personas este conocimiento y esta conciencia, porque estamos viviendo un momento muy crucial en nuestra historia, donde incluso la sobrevivencia del ser humano y de la vida en su conjunto, están en riesgo si no tomamos medidas concretas ahora».
«Este proyecto es vital. Creemos que es replicable, ojala en todas las comunas de la región del Maule, y porque no en el país, pensando en una infraestructura de ciudad compatible con los desafíos climáticos que enfrenta hoy Chile».
Al respecto añadió que, es importante trabajar con niños y niñas «porque esta es la primera generación que ha nacido bajo el conocimiento certero de que las condiciones de vida para el futuro, están cambiando, por lo tanto, el trabajo con ellos tiene que ver con asegurar sus propios mecanismos de sobrevivencia, desarrollo de habilidades y de conocimientos, de trabajar de manera conjunta y de trabajar en red, de pensar también que nuestras acciones impactan mucho más allá de lo que pensamos», concluyó.
La presidenta del Club del Arbol, Isabel González se mostró muy satisfecha por la labor efectuada con el proyecto de «Microbosques Urbanos».
«Estamos muy orgullosos y felices porque este proyecto representa la misión del Club del Árbol, que tiene que ver con la educación ambiental, la reproducción de flora nativa y el cuidado del árbol urbano. Entonces, engloba estos tres grandes pilares de nuestra misión como club medioambiental, y sobre todo, que se ejecutó con socios del club y personas vinculadas a la Fundación Adopta un Árbol Nativo que también son amigos de esta institución. Felices de esta semilla que se ha plantado y creo que es importante que este tipo de proyectos, se masifique en los colegios de la región del Maule y ojala del país, así podemos tener un bosque dentro de la ciudad, ya que estas, se alejan cada vez más de los bosques», puntualizó.
Gonzalo Gutiérrez viverista y uno de los talleristas que trabajó en terreno con los niños y niñas acotó que : «Me gusto trabajar con los niños, porque ellos prestan mucha atención y les encanta trabajar con los árboles, con su reproducción y el compostaje. Estoy muy satisfecho de la labor realizada estos meses. Creo que para una próxima oportunidad, voy a estar más atento y más ilustrado, para llegar de mejor forma a todos los niños. Muchas gracias por la oportunidad de transmitir mis conocimientos a los chicos que participaron del taller», indicó.

 

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