Reivindicando la obra de Stella Corvalán
Para los que tuvimos la fortuna de conocer en persona a Stella Corvalán ( 1910-1994), en esas valiosas y culturales inauguraciones de exposiciones de pinturas en la Galería del Arte del recordado artista, docente, dibujante, pintor y publicista Orlando Mellado, nos resulta muy valioso poner en valor y reivindicar la figura literaria de esta renombrada poeta talquina, cuya obra se publicó en Argentina, Uruguay y España, recorriendo América del Sur, Europa y el norte de África.
Su obra comprende más de doce publicaciones y su cercanía con grandes personajes de la literatura internacional no fue simple casualidad – como apunta el libro-, y la demostración de que su escritura fue del interés de figuras como : Juana de Ibarbourou, Pio Baroja, Camilo Jose Cela, Azorin, Alfonsina Stormi, Jose Maria Panero,Pedro Prado, Damaso Alonso, entre otros, coincidiendo también en eventos artísticos con Salvador Dali,Pablo Picasso, entre otros artistas.
Stella era una significativa alma mater del mundo, que gustaba viajar y conocer otros territorios de la mano de las Artes y la Cultura, sobre todo europea, que ella admiraba de veras. Nunca olvidaré el legado de las revistas Ecran que mantuvo en su poder hasta que me cedió varios ejemplares de su colección particular, porque ambos compartimos una inmensa pasión por el cine.
Es significativo que, en estos tiempos de desarrollo informático y medial, la figura de Stella retome su lugar en el panorama de la literatura gracias a este encomiable y disfrutable esfuerzo de Daniela Sol, ex alumna de la Universidad Católica del Maule, y admirada editora y poeta, que ha logrado hacer resurgir la capacidad editorial de publicaciones hechas en el Maule para el resto del mundo.
«Diario Maule Hoy» entrevistó esta semana a Daniela Sol, para conocer los detalles y anécdotas que le llevaron a efectuar la magnífica publicación «Diáfana Luz Impalpable» que «es el resultado de un perseverante proceso de recopilación, adquisición y digitalización de sus obras».
¿Cuándo tuviste el primer indicio de darle un espacio en tus publicaciones a la obra de Stella Corvalán, una figura muy reconocida pero algo olvidada?
«Desde hace varios años me picaba esta curiosidad por Stella Corvalán.Incluso mientras yo vivía en México, un par de veces que vine a Chile, fui a las librerías a buscar obras de ella y no existían. Ahí me di cuenta que no había sido reeditada, y seguí con esa curiosidad que quedó como un ejercicio pasivo realmente, hasta que instalé mi propia editorial y ahí dije, ahora tenemos la oportunidad pero tampoco fue tan sencillo, ya que estamos hablando de la categoría de obra huérfana, que son los autores que no dejan hijos, ni herederos. Ahí hay todo un proceso diferente respecto a la propiedad intelectual de cómo actuar. Tuvimos un proceso muy fuerte de consultar a diversos estamentos públicos como: Propiedad Intelectual, Biblioteca Nacional, Registro Civil. Estuvimos incluso en la PDI para que nos ayudaran a encontrar algunos datos, la Seremia de Bienes Nacionales también nos apoyó. Todo eso, hizo que pudiéramos obtener una autorización para poder publicar la obra de Stella «.
¿En manos de quién entonces están los copyrights?
«No están. Lo que pasa que en la posesión efectiva de Stella Corvalán, no aparecen hijos, no herederos, entonces hay una parte territorial que ella pudo vender en vida y hay otra parte que pertenece el Fisco, donde nos ayudó la Seremia de Bienes Nacionales para la autorización. La obra de ella quedó en el aire justamente por eso».
¿Cómo fue el proceso de recopilación de su obra?
«Fue muy arduo y meticuloso. Viajamos hasta Montevideo. Este proceso está hecho en Santiago, Talca, Montevideo y Ciudad de México. Solamente en este primer tomo, hay cinco libros de ella. Vamos a hacer un tomo dos, donde vamos a añadir tres libros más y vamos a esperar para el 2025, un tomo tres, pero esos libros que nos faltan tenemos todavía que buscarlos».
¿Cuánto de la obra de Stella es de significativa importancia?
«Tiene una obra tremenda, de hecho dejo algunos poemas inéditos que andan por ahí, pero a mi me sorprendió en este mismo proceso, como nosotras íbamos encontrando con ciertas cosas que seguían apareciendo y que todavía nos queda por seguir descubriendo».
¿ Cuál será la distribución del libro ?
«Lo distribuiremos en las Bibliotecas, en los Centros Culturales, en los Colegios, Universidades. porque es gratuito. Para eso, igual hay que llenar un formulario que está por Internet. Acuden al correo de la editorial: espaciosolediciones@gmail.com
¿ Es un homenaje abierto a la obra de Stella Corvalán que financian ustedes mismos ?
«Así es. Es que queremos demostrar en el fondo, que todavía hay regalos significativos que no necesariamente esperan una retribución económica. Lo que nos importa es que la gente la lea. Porque el nombre de Stella Corvalan aun suena en la gente, pero nadie la ha leído. Nosotras queremos corregir eso y reivindicar su obra».
¿Cuánto tiempo te demoraste en lograr tener el material para este primer tomo?
«Lo primero que hicimos fue adquirir los libros de manera personal. Compramos «Sinfonía del viento», y después «Alma», «Palabras», más tarde la poeta Marion Castillo nos prestó su libro «Responso de mi sangre» y otra niña que se llama Natalia Nahuelman, nos prestó el libro «Anfión». Después nos pusimos a digitalizar todo. En Montevideo, recopilamos harta información de ella y también hay algunos otros libritos».
¿Se trata de un libro que recopila sus poemas?
«Si, por eso es bueno aclarar que no es un libro biográfico. No hay información sobre su vida. Es una compilación de su obra, porque igual hay otras personas que han estudiado su biografía. Quisimos editar sus obras para darlas a conocer. Creo que con esta publicación logro en el fondo, reivindicarla a ella. Tampoco pretendo un objetivo de reconocimiento a mi, sino hacia ella, porque creo que se lo debíamos».
¿Cuál es tu apreciación de Stella Corvalán ahora que rastreaste su obra?
«Stella Corvalán tiene que ser un referente visible en la poesía chilena. Es una poeta con una riqueza en la palabra increíble, que perfectamente podría estar a la altura de los grandes poetas que están en el canon de la poesía chilena, como Neruda y Huidobro. Tenemos una poeta de tremenda calidad y es una pena que en vida no haya sido reconocida, pero este es nuestro ejercicio de reivindicación. Fue una mujer muy sensible , lúcida y además con esta consecuencia. Siento que ella, le hace un honor a la verdad con su obra. Era muy viajera y con una amplitud de horizonte, rompiendo esquemas en su época porque fue muy independiente cuando viajaba a Francia, Alemania o Portugal. Atravesó el territorio y se atrevió a conocer el mundo», concluyó.