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Sub-20 en Talca: Cómo se preparó el equipo médico que está a cargo de jugadores, delegaciones y árbitros

Por primera vez en la historia de los eventos FIFA en nuestro país, la organización internacional optó por un solo prestador de servicios de salud, dejando de lado el modelo de segmentación que en torneos anteriores había distribuido la cobertura entre distintos centros médicos, como ocurrió en el Mundial Sub-17 en 2015.  Esta vez, la responsabilidad recayó en Clínica MEDS, cuya elección fue resultado de un proceso de evaluación que se extendió durante 2024 y 2025.

Durante este Mundial Sub-20, MEDS está dando cobertura médica a 52 partidos, 24 delegaciones deportivas aproximadamente 1.500 personas, 16 puntos de entrenamiento y 52 árbitros en cuatro ciudades sede: Valparaíso, Rancagua, Talca y Santiago. Por ello, así como las selecciones del mundo están disputando la copa, Clínica MEDS ha armado su propia «selección de médicos» para garantizar que cada partido tenga la mejor atención de salud, con protocolos de primer nivel, tecnología de punta y un despliegue logístico único que contempla además 500 servicios de ambulancias para entrenamientos, partidos y rescates en cancha, lo que equivale a más de 300 horas de servicio.

La convocatoria fue abierta a traumatólogos y urgenciólogos de la institución, y se recibieron 47 postulaciones de profesionales interesados en participar. Finalmente, se seleccionó a 30, priorizando a quienes tenían experiencia previa en eventos deportivos y la disponibilidad para cubrir el torneo. La distribución de partidos y ciudades sede también tuvo un matiz humano: los médicos colombianos se anotaron para estar en Talca, ciudad donde juega su selección, mientras que los argentinos eligieron Valparaíso. Para los partidos de mayor relevancia —como semifinales y final— se realizó un sorteo abierto y transparente, con testigos, para asegurar que no existieran favoritismos en la asignación.

Una innovación en la antesala fue que, en lugar del clásico entrenamiento en cancha, MEDS propuso realizar las capacitaciones en su Centro de Innovación Noxis, que cuenta con simuladores de última generación e insumos de alta complejidad. Al ver este despliegue, la FIFA calificó el estándar como «de primer mundo» y accedió a integrar a su protocolo las prácticas de MEDS.

«Estar a cargo de la salud en el Mundial Sub-20 es un honor y una gran responsabilidad. Este torneo es reconocido como el mundial de los scouts, donde se definen los pases de las futuras estrellas del fútbol mundial. Cuidar a esta generación de jugadores es casi proteger el futuro del deporte», comenta Marcos Magasich, intensivista y líder del equipo médico de MEDS para el Mundial Sub-20.

El despliegue médico dentro de los estadios busca elevar el estándar de la atención médica en eventos en Chile. Se han montado salas de atención equipadas prácticamente como una UCI, con especialistas y tecnología capaz de responder a emergencias en el lugar. Además, se estableció que el inglés será el idioma oficial de la atención clínica, desde la comunicación con los jugadores hasta la entrega de informes radiológicos, para evitar cualquier barrera idiomática.

La coordinación con las delegaciones también ha sido clave. Cada selección está contando con un «médico de cabecera» que es el interlocutor directo con los equipos de MEDS y los centros de salud locales.

Otro desafío ha sido la planificación de la evacuación de pacientes en las distintas sedes. En Talca y Rancagua, los estadios están ubicados en lugares estratégicos, con acceso a rutas principales que permiten llegar a los centros médicos en menos de diez minutos. En Santiago, en cambio, la congestión vehicular y el hecho de que los partidos con más público se jueguen en hora punta obligaron a ensayar distintas rutas en escenarios de máxima complejidad. Valparaíso presentó las mayores dificultades: el diseño del estadio impide el acceso directo de ambulancias a la cancha y no cuenta con sala médica. Por eso, se dispuso de una moto para moverse al interior del recinto y se montó una carpa médica inflable de campaña para asegurar la atención inmediata.

Magasich agregó que «cada lugar debe funcionar al ciento por ciento, y eso implica tanto la cobertura médica de los eventos como la posibilidad de que las consultas incluyan exámenes de alta complejidad, además de la atención de emergencias, donde nuestro despliegue pueda ser aún mayor en algunos casos. Se cuentan con insumos de última generación que se están replicando en las cuatro regiones, tanto en la sala de atención de jugadores, en la sala de atención al público, en las ambulancias y en los nuevos botiquines que estarán en cancha, para asegurar un despliegue en todos los lugares que se necesite. Habrá algunos días en que tendremos, incluso, que disponer de 25 ambulancias al mismo tiempo».

La preparación del equipo médico no solo considera a los jugadores. Como se trata de un evento familiar, al que asisten niños y adultos mayores, los equipos de salud también están atentos a posibles caídas, descompensaciones o dolencias del público. La consigna es entregar primeros auxilios y diagnósticos oportunos, derivando cuando sea necesario.