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Arte en la Tarde :
Un ejemplo de emprendimiento hecho con tesón, dedicación y sentido de solidaridad

María Graciela Daza Castro :
«Un emprendedor debe cuidar mucho lo que tiene, hasta alcanzar una meta»
A pesar de que el emprendimiento está comúnmente asociado a nuevas empresas, pequeñas y con fines de lucro, el comportamiento emprendedor puede darse en cualquier situación imprevista como una urgencia económica por desempleo, precariedad de la realidad laboral vigente, o una actitud para ocupar un nicho vacío de iniciativas distintas y valorables, que incluye la ejecución de ideas para hacer un cambio en el mundo. Como lo descubriremos hoy con estas tres gestoras representativas de buen emprendimiento, las motivaciones siempre serán distintas, pero buscarán llenar un espacio vacío en la dignidad laboral que sus ejecutantes saborearán cuando cumplan sus propias metas.
¿Cuál es su especialidad dentro de «Arte en la Tarde» y qué productos venden en el local ?
Yo hago cosas textiles, pintura étnica, pintura abstracta, y trabajo con cosas reciclables. En general, vendemos manualidades como: tejidos, «atrapasueños», llaveros, colgantes, libretas, tazones, banderines, decorados con cerámica, y por el lado gastronómico, tenemos : miel, té, conservas, mermeladas, aceite de oliva, Además, hay plantas y árboles nativos, porque la mayoría de los productos van con lo sustentable.
¿Dónde nace el impulso para comenzar un negocio como éste?
El emprendimiento es una idea, que a lo mejor no sabe mucho hacia dónde la va a canalizar, pero parte con una motivación, con un deseo de hacer algo. En verdad yo no sé si es tan difícil hacer autoemprendimientos, porque yo no he postulado a casi nada. Nos dieron algunos proyectos pequeños, en forma privada y grupal también, pero en general hemos hecho las cosas a pulso. O sea, con nuestros propios recursos. Ahora sí, nos ganamos un proyecto para construir una habitación para tener para el invierno.
¿Tendrán más adelante sucursales de «Arte en la Tarde»?
Eso no lo veo como un objetivo tan próximo, Ahora una de las chicas participantes tiene una casa por el barrio norte de Talca, y ella invitó a varias emprendedoras de acá. Otra de las integrantes, formó una casa -taller en la Astaburuaga, que se llama «Factoría», y de forma indirecta va a haber artículos de «Arte en la Tarde’’ en el barrio norte de nuestra ciudad.
¿Cuál es la mayor fortaleza de ser la administradora de esta interesante iniciativa y qué claves existen para armar un negocio de esta naturaleza?
La mayor fortaleza es el apoyo de mi familia. La idea fue una cuestión personal primero, porque con el terremoto me quedé sin trabajo. Lo que yo hacía, eso se acabó, entonces empecé a pintar y hacer manualidades. Comencé a innovar y buscar el camino para ver lo que le gustaba a la gente. Y después fui incorporando al resto de las personas que fueron apoyando el negocio. No fue fácil al principio. Emprender es complicado y difícil, salvo que tu tengas una certeza de que lo que estás haciendo, le vas a «dar con el palo al gato», y vas a lograr vender. No hay que decaer, ni abortar, y si no sale la idea por ese lado, se busca de qué otra manera lograr la meta.
¿Qué importancia tiene para este negocio las redes sociales como Instagram, facebook, etc.?
Mucha porque al principio no tenía nada en Internet. Fue un tremendo error que no lo dimensioné. Y pasaron casi tres años, con una página que ni siquiera la administraba yo. Cero, cero, cero. Una prima me dijo «oye no puedes tener un negocio como éste sin considerar las redes sociales». Ella me enseñó y de ahí poco a poco empecé a vender por Internet. Mi hijo me hizo una página de Instagram. Eso me ayudó mucho, porque hizo famoso el concepto de «Arte en la Tarde». La gente sabe al tiro de lo que se trata. Tenemos un espacio posesionado con el negocio. Hemos tratado de hacerlo mejor y seguiremos impulsando. Siempre un emprendedor debe cuidar mucho lo que tiene. Y tiene que mejorarlo porque esto va en escalada, nunca en descenso.
¿Cuántas personas conforman «Arte en la Tarde» ?
Somos más de 50 integrantes de todos los barrios de Talca e incluso de afuera. Por ejemplo, está Paola Toledo de «Fragmento Universo». Ella es arquitecto a quien conocí en la Universidad de Talca, donde me mostró sus originales libretas. Ella vino, después se tituló, actualmente vive en Chimbarongo y nos envía desde allá, sus productos. Incluso allí hace más cosas, porque se compró una máquina láser y también efectúa distintas manualidades.
Hay también gente de San Clemente, Curicó, Astillero Alto de donde es José Luis, un artesano que hace unas piedras para «chancho en piedra» de bolones de río. Además, de Pencahue tenemos una chica y otra de Pichamán, que también nos colaboran con sus singulares productos. Si hay interesados en integrarse al grupo, el único requisito que pedimos es que no se repita el emprendimiento por un tema de competitividad, y lo otro que es fundamental, es colaborar con los turnos para atender la tienda.

Alejandra Contardo ( Tejedora ) :
«Patch Adams, el Médico de la Risa, tiene un payaso que confeccioné con su imagen»
¿Es muy difícil ser empresaria emprendedora, o sea, comenzar con una idea y gestionarla para hacerla realidad ?
Sí, es muy complejo. Actualmente me dedico a tejer productos para niños como muñecos y artículos de decoración. Partir de cero, es complicado. No tenemos muchos canales de distribución aquí en Talca, que se preocupen de transportar los productos hechos a mano. Es difícil atreverse, pero existen ciertas instancias como esta casa- taller que nos abrió las puertas y nos permitió trabajar e integrar nuestros productos sin ningún problema.
¿Cuánto apoyo recibió al principio, considerando su cualidad como tejedora manual?
Apenas nos conocimos con Graciela, ella me invitó a participar de su iniciativa y todo salió muy bien. Ya llevo cinco años con ella, partimos de a poquito, y son increíbles los cambios físicos que ha registrado tanto la tienda, como todo lo que ha crecido mi emprendimiento al lado de ella. Estoy súper agradecida de Graciela.
¿Cuál es la mayor fortaleza de ser mujer, madre, esposa, y además, ser empresaria emprendedora?
Uno se da ánimo todos los días para salir adelante. Yo creo que si uno no tuviera tanta responsabilidad acá, esto sería sólo un hobbie, y no algo importante que si genera los ingresos necesarios para vivir. Las mujeres nos caracterizamos por sacar fuerzas de la nada y lograr lo que queremos.
¿Qué es lo primero, según usted, qué se necesita para armar un negocio, y convertirse en el sostén de la familia ?
Yo creo que lo primero, es tener la idea clara de lo que se quiere lograr. También observo detenidamente lo que hay en el mercado, porque hay muchísima gente haciendo emprendimiento. Siempre hay que marcar una diferencia con tu producto, ya sea en la atención al público, o con un artículo especial para lograr diferenciarse, y que más personas conozcan y prefieran lo que yo hago.
¿Cuál es tu mayor orgullo como creadora de estos productos, considerando que lo han adquirido desde otras zonas del país e incluso desde el extranjero?
Me siento súper orgullosa porque logré sacar un producto que recorre el mundo, Recuerdo que llevaba poco tiempo acá, y justo vino Patch Adams, «el médico estadounidense de la risa», y me pidieron confeccionar un recuerdo para él, y le regalaron un payaso hecho por mí, que era la imagen viva de él. Eso fue hace cuatro años Un par de meses atrás, yo descubrí por Internet su página, y comprobé que el payaso todavía lo tiene dentro de sus decorados. Eso me tiene muy orgullosa, porque Adams le ha dado el valor a algo hecho a mano, artesanalmente, y por una mujer chilena.

Ruth Castro (Tejidos «Tía Ruth»):
«Querer, es poder»
¿Qué es el emprendimiento según usted y de donde nace este impulso para comenzar un negocio diferente?
Yo empecé cuando me quedé sin trabajo, a tejer para las amigas. Gusto mucho, tanto que empecé a tejer para vender. Hace cinco años que estoy en la casa -taller «Arte en la Tarde», y de verdad, siento que he crecido bastante con esta experiencia.
¿Dónde están las claves para atreverse a abordar un negocio de emprendimiento?
Para mí, «querer es poder». La clave está en las ganas de querer empezar y ser constante en lo que uno está haciendo. y ponerle todo el empeño del mundo. Que las cosas queden bonitas, bien hechas y agradar al cliente, para que quede conforme con el producto y la atención.
¿Cómo hacer efectivo entonces, una iniciativa, un proyecto o un negocio, considerando la ciudad de Talca?
En realidad, es un poco complicado empezar una iniciativa. Yo empecé yendo a ferias de autogestión y artesanos, hasta que llegué aquí a la tienda. Con el tiempo fui creciendo en experiencia y conocimientos. Antes era muy tímida, como que mis creaciones no las encontraba tan bonitas. Aquí la gente empezó a buscar mis trabajos y valorarlos. Entonces empecé a creerme el cuento, me subió la autoestima, y siento que he avanzado bastante en el sentido de valorar mis propios productos. Tejo a crochet, palillo, hago vellón también, y eso me tiene muy satisfecha.
¿Qué recomendación le enviaría a todas las lectoras que como usted, tienen una idea o una iniciativa y aún no se atreven a ponerla en práctica en un negocio de emprendimiento ?
Que se atrevan. Quizás cuesta al principio emprender pero cuando uno empieza debe seguir adelante no más. Ser valiente porque en estos propósitos, hay buenos y malos momentos. Hay instantes en que te vas muy contenta porque compruebas que tus productos se venden bastante, pero también, hay momentos en que eso se apaga. Sólo hay que ser constantes y perseverantes.
¿Cómo enfrentaron ustedes el período más serio de la pandemia cuando tuvieron que cerrar?
Fue complicado para todo el mundo, La tienda se cerró de un día para otro. Todo cerrado, Pero después, Graciela nos preguntó ¿Chiquillas y si ponemos poquitas cosas y solo atendemos tocando el timbre? Ahí en las redes sociales por facebook e Instagram, empezamos a compartir «Sólo toca el timbre» con alcohol gel y mascarillas, y empezamos a atender así, y la verdad que la gente, buscó este espacio que se ha transformado en un lugar muy conocido. Así trabajamos durante toda la pandemia coordinando que fuera solo atención de una sola persona, tocando el timbre con todos los requerimientos de salud. Igual se vendió, igual se trabajó de esta única forma posible.
¿Cuánto se demora en confeccionar un vestido a crochet, o lo que usted realiza habitualmente?
Un vestido a crochet me significa una semana y media. Ahora para la tienda a la venta, me he dedicado ahora a cosas pequeñas y sólo a pedidos hago cosas más grandes. Por ejemplo, traigo al local, monederos, banderines, atrapa-sueños que son como «mi sello personal» porque la gente lo busca y prefiere. También hago monitos en vellón y se venden bastante. Para pedidos en Instagram y en la web me ubican como «Tejidos Tía Ruth», y todo lo demás, en «Arte en la Tarde».

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