ONG «Adopta un Árbol Nativo»: «Este año iniciamos una amplia campaña de donación de árboles, que aporte nueva vida a la ciudadanía»

Diario «Maule Hoy» entrevistó a Miguel Martínez y Bárbara Muñoz, los fundadores de una iniciativa que busca concientizar sobre la importancia que tienen los árboles en nuestras vidas, mediante la donación y cuidado de especies en vías de extinción. El 15 de marzo, comienzamos el proceso de donación para este año.
No hay mejor actitud para un preservacionista ambiental, que dar con el ejemplo. Ayer, lo que nació como un simple pasatiempo para llenar el ocio, hoy se transformó en una necesidad consciente de estar aportando al cuidado y mantención de la naturaleza.
¿Cuál es el origen de Adopta un Árbol Nativo y por qué decidieron dedicarse a esta actividad ambiental ? Esta iniciativa nació el 2019, con la idea de poder acercar la flora nativa a las personas, porque mucha gente no conoce la vegetación autóctona, o sólo conoce algunas especies. Por lo tanto, la idea fue acercar a las personas, por ejemplo el huingán o el molle, árboles nativos que en los viveros tradicionales no existen. Nosotros producimos el arbolito en un vivero que tenemos en la casa y los donamos a las personas que se comprometen a cuidarlos.
¿Dónde se ubican ustedes dentro de la ciudad de Talca?
Estamos ubicados en la Villa Galilea, 22 Sur casa número 17, en la cual, de a poquito hemos ido haciendo muchas cosas. El año pasado donamos más de 800 árboles y cada vez que la gente acude, se va con felicidad, que es lo que finalmente queremos incentivar en ellos, el amor por los árboles. A través de las redes sociales, estamos sólo en facebook, pero este año aumentaremos nuestra presencia en Instagram y twitter.
¿Cuándo comienza la campaña este año y que especies autóctonas tienen para regalar?
El 15 de marzo comenzamos la campaña de adopción de árboles. El proceso es similar a años anteriores, porque se contactan con nosotros por interno a través de la página en facebook, para que coordinemos la entrega. Se solicita además, un aporte voluntario para que podamos comprar materiales que nos permitan seguir donando árboles con el transcurso del tiempo.
Este año, invitamos a las juntas de vecinos, colegios y plazas para efectuar las plantaciones.
Tenemos una amplia variedad de especies como : peumo, maitén, ciprés de la cordillera, patagua, mayo, maqui, pelu, hualo, arrayán, quillay, belloto del sur, belloto del norte, avellano, huingán, algarrobo, litre, espino, canelo, arrayán, raulí, coihue, espino y chequén. Además de una variedad de arbustos como : milay, palqui, quebracho, romerillo, mático y colliguay, entre otros.
¿Han recibido muchos encargos de fuera de la región del Maule ?
Hemos compartido árboles con gente de Concepción, Curicó y Molina. Recientemente estuvimos en una feria en Molina, donde lo que más nos impactó fue cuando un pequeño con dificultades mentales se acercó y llevó un arbolito sólo por el interés que tenía de cuidarlo y preservarlo. La gratificación que hay, al ver su cara es muy estimulante para nosotros, porque estamos creando conciencia desde los más pequeños sobre el valor que tiene la naturaleza.
¿También ustedes efectúan charlas en colegios e instituciones?
Así es. Nuestra idea es que la gente propague sus especies favoritas. Que nosotros no seamos los únicos y que se involucren los niños en esto. Así estaremos extendiendo los fines que tiene la organización, que ayuden a entender que nosotros también podemos ser parte de la preservación vegetal.
¿Qué requisitos hay que tener para adoptar un árbol nativo?
Primero, que hay que cuidar el arbolito en serio. Darse cuenta que es un ser vivo, que no es un árbol decorativo más, además, los interesados conversan con nosotros por las redes sociales y también vemos el tema con la posibilidad de hacer un trueque, porque necesitamos que esto sea sustentable. Ello para que el vivero tenga insumos, comprar bolsitas, ir a recolectar semillas, el agua, porque tenemos riego automático en nuestra casa y por lo mismo, lo programamos, lo dejamos que actúe, y compartimos con el tema del trueque, más que nada para suplir estos gastos que son imprescindibles para mantener el vivero en forma permanente.
¿Cuál es su mayor inspiración para este año ?
Nos gustaría mucho tener vínculos con otras instituciones y ONGs que se dedican a la preservación ambiental. Actualmente tenemos contactos con el Club del Árbol, Par Explora Maule y Eco Talca Retornable, pero es muy importante aumentar estos vínculos, porque habemos muchas instituciones en Talca, estamos muy dispersos, y cada uno hace lo suyo. Este trabajo ambiental si lo hacemos sólo con uno, no sirve, necesitamos la fuerza de todas las organizaciones ambientales y que más gente se pueda sumar y entusiasmar con la flora nativa. Necesitamos efectuar excursiones al Cerro La Virgen de Talca y reconocer la valiosa flora nativa del lugar, y que podamos unirnos para proteger este lugar que es un verdadero santuario de la naturaleza.
¿Cuántas personas participan activamente de «Adopta un árbol nativo»?
Aquí nos responde una de las socias más destacadas de la institución, Adriana Galvez Moraga: «Somos 10 personas que estamos por puro amor a la flora nativa. Para mí ha resultado un crecimiento personal porque todos somos seres de un mismo mundo. Y esto de «adoptar» me causa mucho ruido interno. Así como se adopta un niño, y es una responsabilidad para toda la vida, también el árbol es parte de nuestra naturaleza. y eso me deja con un compromiso de por vida. Me encanta el grupo porque hemos logrado una comunicación y una amistad muy bonita que se da entre los árboles también porque somos imitación de ellos. Los árboles silenciosamente nos están dando lecciones con su comportamiento en la naturaleza».
¿Es importante tener esa mirada preservacionista considerando la inmensa devastación que hemos tenido con los incendios forestales?
Es tremendamente importante la adopción. Si cada uno de nosotros adopta un árbol, creo que mitigaríamos en parte el daño que hemos causado. Si cada uno en Chile adopta un árbol, serían casi 20 millones de árboles y con una finalidad futura, considerando que, estamos viviendo algunos, un presente angustiosamente incierto..Es agradable adoptar un arbolito, aunque sea en la vereda de la calle o en el patio de la casa, porque nos hace más humanos.