Porque los árboles y las plantas también sienten, escuchan y reaccionan al ser humano

Con una exposición amena e informativa en el Instituto Nacional de la Juventud sede Talca, se efectuó el Taller «Germinar para conservar» que dictó Miguel Martinez Romero, creador de la organización «Adopta un árbol nativo».
El sicólogo deportivo que se ha dedicado gran parte de su vida a la difusión del cuidado y la preservación ambiental, cautivo a todos los participantes con una muestra de árboles nativos producidos en su propio hogar con técnicas muy adaptables al resiliencia y al compostaje.
Durante la actividad desarrollada por el programa «Vigilantes Ambientales» de la Facultad de Ciencias de la Universidad Santo Tomás, los asistentes pudieron disfrutar del conocimiento arbóreo del profesional y acceder a unos momentos verdaderamente significativos, como cuando instaló un programa digital que permite visualizar los latidos del «corazón» de un árbol o de una planta nativa.
Para la directora del INJUV María Belén Aguilera, esta fue una ocasión especial de conocer más en detalle la labor de los ambientalistas.
Agradeció la asistencia de los presentes y la convocatoria de CENEU para esta especial ocasión.
Para el biólogo Diego Miranda este es es el primer taller del Proyecto «Microbosques Urbanos, un respiro frente al cambio climático», que es una iniciativa de vinculación con el medio de esta casa de estudios superiores, y que tiene como socio colaborador al Club del Árbol de Talca, como parte de la creación de esta iniciativa».
«Se efectuó esta idea porque estamos en un mundo afectado por el cambio climático, y una de las instancias que han surgido en respuesta a este fenómeno, es el arbolado urbano nativo. En ese sentido, tenemos como objetivo divulgar la importancia del arbolado nativo urbano endémico en las ciudades, porque tiene bastantes beneficios desde albergar la biodiversidad, aumentar los polinizadores, aumentar las aves, y representar al arbolado nativo endémico en las ciudades», enfatizó.
«En Europa sobre todo han utilizado estos micro hábitats urbanos para ser reservorios de CO2 y ayudar a la salud mental, y por tanto, hemos impulsado y compartido las ideas y así, todos los interesados puedan participar de esta iniciativa. Queremos además articular a las organizaciones que se puedan sumar a este proyecto de forma colaborativa y definir que áreas en la parte urbana de Talca, sobre todo pueden resultar de buena formas para crear por ejemplo, microbosques urbanos», aseveró.
«Dentro del proyecto que comenzó en diciembre, se van a efectuar varios talleres no solamente para jóvenes, sino que para adultos mayores y que tienen que ver con talleres sobre medicina natural. Y también va a ver otro tipo de actividades, como es un Taller de Cine Ecológico que es bastante interesante, para abordar el medio ambiente desde el séptimo arte. Vamos a hacer plantaciones en los lugares que sean aptos en colaboración con todos y todas, y también limpiaremos algunos basurales. Por último, en el fin del proyecto, vamos a hacer una feria medioambiental que posiblemente se efectúe en Octubre y que permita sumar a todas las organizaciones que estén actuando en favor del medio ambiente y del cambio climático «, concluyó.