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Alcalde de Villa Alegre señala que despido de Directora de Seguridad se ajusta a pruebas

Un fuerte remezón sacudió esta semana al municipio de Villa Alegre, tras el termino de funciones de  la Dirección de Seguridad Pública, Gabriela Pérez,  la que fue desvinculación  junto a la casi totalidad de los inspectores municipales que integraban el equipo operativo.

La situación se conoció durante el último Concejo Municipal, donde el concejal César Vallejos Yáñez pidió explicaciones al alcalde Arturo Palma Vilches, calificando la medida como “una decisión radical” en un momento en que la comuna vive un clima de preocupación creciente, marcado por la desaparición de la concejala María Ignacia González.

En respuesta, el alcalde Palma señaló que la determinación corresponde a una atribución propia de su cargo y que se basaría en antecedentes internos, entre ellos —según afirmó— la cantidad de funas publicadas en redes sociales hacia los inspectores municipales. “Es para mejor”, aseguró, sin detallar qué modelo de seguridad reemplazará al equipo ahora desvinculado.

La noticia encendió la inquietud entre los vecinos, quienes veían en la Dirección de Seguridad Pública un apoyo directo en patrullajes preventivos, coordinación con Carabineros y respuesta ante situaciones cotidianas que no siempre derivan en denuncias formales.

Ante este escenario, la exdirectora Gabriela Pérez entregó una declaración oficial en la que confirma el despido total del equipo e informa las consecuencias inmediatas: Villa Alegre queda sin capacidad operativa para ejecutar el Plan Comunal de Seguridad Pública, el Sistema Nacional de Seguridad Municipal ni el convenio OS-14, instrumento clave para articular el trabajo con Carabineros.

Pérez también reveló que la unidad venía enfrentando meses de recortes presupuestarios, limitaciones en combustible, turnos restringidos y ausencia de lineamientos municipales claros. Aun así —detalló— el equipo continuó realizando labores preventivas, muchas veces fuera del horario habitual, para no interrumpir la atención a la comunidad.

La desvinculación se concreta en un contexto de alto interés público y creciente sensación de inseguridad. Mientras no se anuncie un nuevo modelo de seguridad municipal, la comuna queda temporalmente sin patrullajes locales ni equipos destinados al trabajo territorial.