Presentan «Los milagros eucarísticos en el mundo», en la catedral de Talca creada por el Santo Carlo Acutis
En 1996, en una parroquia de Buenos Aires, se produjo un extraño fenómeno. Una hostia consagrada se transformó en una masa sanguinolenta. El entonces arzobispo de la capital encargó a un destacado médico (ateo) establecer la naturaleza de dicha materia. Tras diversos análisis en Estados Unidos y Australia se acreditó que el líquido correspondía a sangre humana, y se planteó que la masa sería músculo de corazón inflamado. Para zanjar la interrogante el encargado del arzobispo recurrió al mayor experto en medicina forense cardiaca, el neoyorkino Frederick Zugibe. Éste dictaminó que se trataba de músculo del miocardio, ventrículo izquierdo del corazón. Y agregó: «Su paciente ha sufrido mucho porque tiene una lesiones llamadas trombos y en algún momento él no podía respirar…» Luego señaló un hecho inexplicable: el tejido analizado aún latía bajo el microscopio. Intrigado, quiso saber la procedencia de la muestra. Cuando se le informó que correspondía a una hostia sangrante contestó con seriedad: «I don’t believe it» (no lo creo).
Este es uno de varios milagros eucarísticos que, desde el sábado 4 y hasta el viernes 10 de octubre, la Capilla de Adoración Perpetua presentará en la catedral de Talca y luego en diversas parroquias de la comuna. Se trata de una versión acotada de la exposición internacional «Los milagros eucarísticos en el mundo», creada por el adolescente recientemente canonizado Carlo Acutis.
Gracias al generoso aporte de una agencia de publicidad ha sido posible montar esta muestra que documenta fotográficamente una serie de fenómenos extraordinarios relacionados con hostias consagradas. Algunos de ellos, pesquisados científicamente, contribuyen a reforzar la creencia católica sobre la presencia real de Jesucristo en la eucaristía.