El espíritu del quijote, en una maestra culta e inteligente que es un patrimonio vivo de la ciudad de Talca

Diario “Maule Hoy” entrevistó en su hogar, a la recién declarada Hija Ilustre de Talca, la profesora, gestora cultural y ambientalista María Aurelia Baeza Quezada. Entre anécdotas emocionantes y divertidas, la docente se dio espacio para reflexionar sobre la educación, los niños y las visitas ilustres que ha tenido esta ciudad.

Los que tuvimos el privilegio de asistir a su nombramiento en el TRM, a propósito de la celebración de los 280 años de la fundación de Talca, recordarán sus recomendaciones entre risas y emociones : “Chiquillos ; Pórtense bien. No hagan mucho desorden y por favor no se saquen puros sietes. ¡¡ Porque se echan a perder !! Hay en esta insinuación divertida, una reflexión erudita sobre lo que significa educar niños. Y en eso, Aurelia Baeza es pródiga. Radicada en Talca desde 1933, proveniente de una familia de Santiago, estuvo ejerciendo como docente durante más de 50 años. Recorrió varios liceos emblemáticos, como : el Colegio La Salle, el Liceo Abate Molina, y su casa de toda la vida, Liceo Marta Donoso Espejo. Su paso a través de los años, marcó la ruta del desarrollo cultural en la ciudad y sirvió para establecer que los gestores no se educan, sino que se instruyen en la experiencia de la propia vida y en el trabajo infatigable en terreno. Quisimos conocer parte de sus recuerdos más entrañables, por lo que Diario Maule Hoy decidió visitarla en su propio hogar, donde fuimos muy bien atendidos.
¿ Qué significado tiene para ti, este nuevo premio de reconocimiento por una meritoria trayectoria ?
Significa que así como he ido creciendo, han crecido cientos y miles de mis alumnos. Y cuando veo ese crecimiento que se han transformado en profesionales de distintas áreas, me siento muy orgullosa. Creo que he ido marcando una meta.
¿ Qué recuerdos maravillosos tienes como profesora que ha ejercido en distintos establecimientos de esta ciudad?
“Primero fui alumna en el Liceo de Niñas ( Marta Donoso Espejo ), y después volví como profesora. No concursé para un puesto, sino que la directora me llamó y quedé trabajando al tiro. No tuve tiempo, ni para respirar. Después me vino a buscar el Colegio Blanco Escalada ( Colegio La Salle ), donde estuve cincuenta años. También trabajé en el Liceo de Hombres, ( hoy Liceo Abate Molina), con quienes organicé mi primer museo.
¿ Cómo fue el incentivo de enseñar el Arte y la Pintura en los niños y niñas de estos establecimientos?
Empezamos haciendo visitas a las exposiciones en el Museo O” Higginiano para que se acostumbraban a asistir a las muestras. En el colegio, iniciamos exposiciones, pero previamente debían efectuar una investigación, por ejemplo, para descubrir qué materiales usa un artesano en su obra, cuando se demora en elaborar su trabajo, que precio tienen sus artesanías y qué aceptación logra entre el público. Después, esa investigación la tenían que presentar en clases frente a sus demás compañeros.

¿ Porque usaste la bicicleta durante tanto tiempo para movilizarte?
Porque me resultaba rápida y económica. Yo ganaba muy poco. Apenas me alcanzaba para mantener la casa y el sueldo del profesor, es muy miserable. Es miserable en comparación a cualquier otra profesión. Además, usaba la bicicleta porque no contamina. Fijate que todos deberíamos usar más seguido la bicicleta como transporte. Además, hace muy bien para la salud.
¿ Qué importancia tienen los padres y apoderados en el proceso educativo?
Chile ha crecido a la fuerza de los padres, ya sean campesinos, empleadas domésticas, agricultores o zapateros, porque sacaron a los chiquillos adelante, con esfuerzo y mucha dedicación. Ni siquiera comían, con tal de darle al hijo. Y hoy día, son profesionales, que están empezando a devolver esos esfuerzos a sus propios padres y al país.
¿ Cómo fue tu experiencia en la formación de la Villa Cultural Huilquilemu ?
Vino don Hernán Correa de la Cerda que vivía en ese entonces, en la esquina de la cuadra y me dijo : Doña Aurelia, tenemos que trabajar juntos. Trabajemos, le dije yo. Ya no me quedaban horas del día, entonces trabajamos de noche, incluyendo los sábados y domingos. Organizamos la investigación del folclore en nuestra región desde Cauquenes hasta Curicó. La Universidad Católica me entregó una camioneta con chofer, que lo llevaba para todas partes . Consecuencia de aquello : toda la colección que existe hoy, que es preciosa, preciosa, preciosa. Mientras tanto, le dije yo, hago aquí un Museo que bauticé “Museo-Taller”. Y estuve trece años en la 1 Poniente 2 Sur, ahí tuve mi primer museo. ¿ Quienes me ayudaron ? Los chiquillos del Liceo de Hombres que eran mis alumnos. Los sábados y domingos, ellos no se despegaban del lado mío, ayudándome a trasladar y en la noche a bailar ( ríe ).
¿ Qué recuerdos tienes de Monseñor Manuel Larraín con quien también trabajaste ?
Monseñor Manuel Larraín fue un genio mirando al futuro. Pensaba : El hombre debe tener vacaciones. Hay que buscarle un lugar para el ocio. Fue a Pellines y a Paso Nevado. Envío distintos curas para que se hicieran cargo de la organización. A mi me tocó con el padre Torres. Organizó la Cooperativa Oriente y un sistema para el servicio doméstico y otro para los profesores. Creó la UCM para los alumnos de escasos recursos.
También has tenido contacto con casi todos los Presidentes de Chile y distintas autoridades políticas ¿ Qué anécdotas recuerdas de algunas de ellas?
Del mundo político, la mejor talla la tengo con la ex Ministra de Justicia, Mónica Madariaga. Usaba unos vestidos maravillosos de seda. Era algo intocable. En una de sus visitas a la región, le dije yo ¿ Cómo está usted? Yo le doy la mano sin saber que era una autoridad. Y pensé, a esta señora la he visto en alguna parte. Debe ser una colega mía de la Católica. Y nos pusimos a conversar mientras caminábamos juntas. Le mostré el Museo de Monseñor Larrain, y llegamos al Salón donde teníamos la conferencia, se me acerca un periodista y me dice : Veo que conoce mucho a la ministra ¿ Cuál ministra ? pregunto yo. La que tiene usted al lado suyo. ( carcajadas ).
También recuerdo unas anécdotas con los presidentes Salvador Allende y Eduardo Frei Montalva. Con Allende, atendí al caballero en una de sus visitas. Yo me llamo Aurelia Baeza ¿ Y usted quién es ? Yo soy el Presidente de la República. Venga para acá y vamos a presentarnos. Teníamos una exposición del Club de Jardines donde también fui fundadora. Después que visitamos todo, él nos felicitó. Yo le pregunté si acaso nos iba a dejar su autógrafo. Después se lo dejo, me dijo, esté calmadita, porque tengo que dar una vuelta completa por la exposición primero, me señaló Allende. Después nunca más lo volvimos a ver. En uno de sus viajes a Frei Montalva le señalé : Señor Presidente lo estamos esperando en el Club de Jardines. Hija mía me dijo, Yo no hallaba la hora de estar con ustedes. Voy para allá. Se paró y vino a vernos. Así los conocí a ellos. Es que yo no percibía sus títulos, yo solo veía a personas que eran interesantes de conocer. Eso creo yo, me originó verdaderos problemas.
¿ También compartiste anécdotas con la célebre folclorista Margot Loyola?
Ahí tengo otra talla muy buena. Estaba ella cantando y bailando en el Teatro Regional que estaba en la 5 Oriente 2 Norte. Y algún tontón, salió gritando una brutalidad. Le dijo ¡¡ Cállate vieja tal por cual !! Entonces ella se vuelve, saca un pañuelo y le responde : Bien sucia estaré, pero en la cama por mi marido. Y se acabó la historia porque dejó mudo al hombre.
¿ También invitaste a numerosas embajadas en una exposición que hiciste en la Villa Huilquilemu?
En realidad, eran las alumnas las que tenían que escribir a las distintas embajadas de Chile. Yo las organizaba. Invitamos a todos los embajadores habidos y por haber. Contestaron los embajadores de Holanda ( Países Bajos ), Alemania y México, entre otros. Llegaron ellos a Talca, pero el más interesante fue el de México. Con una inmensa exposición que abarcaba los ocho salones que tenía la Casa del Arte en ese tiempo. Yo temía que no fuera nadie a la muestra. Así que, yo les di una tarea a los chicos. El alumno que no traía al apoderado a la recepción que iba a ser en el Centro Español, tiene un uno. Pero si trae al apoderado, tiene un siete. Estaba la sala repleta y los chiquillos en el lugar establecido aparecieron con el lápiz para tomar nota en la búsqueda de la firma del expositor. Y llega el Príncipe Azteca a la inauguración. Entonces, los chiquillos tomaron el libro de notas y esperaron el término del discurso inaugural del príncipe. Cuando concluyó, los niños corrieron rápidamente al escenario donde estaba el invitado. Y este señor se asustó tanto al ver la masa de chicos que se le venían encima, que salió corriendo despavorido con todos los cabros detrás de él, por la calle 2 Norte hasta la Casa del Arte. Después él nos dijo que creía que los chicos llevaban pistolas en la mano. No le dije yo, solo llevaban lápices. ( Ríe ).
¿ Cuando tuviste la ocasión de viajar para conocer las grandes culturas del mundo, como fue aquella experiencia ?
He viajado tres veces. Estuve en Egipto, Siria, Mesopotamia, Estambul, en los países orientales que son fabulosos. Primero viajamos con los colegas de la Escuela Técnica, pero después me lancé sola.. Al principio estaba muy asustada y después descubrí que era lo más simple del mundo. Se paga un poco más porque termina con una habitación independiente, pero por Dios que se disfruta. Estuve en Berlín en Alemania, viajé por España, Rumania, Serbia, por los países comunistas que estaban totalmente destrozados después de la guerra, y así sucesivamente. Fue una experiencia maravillosa”, afirma.
Otra institución donde participas actualmente es el Club del Arbol, cuéntanos ¿ Quién te llevó al Club?
Su fundador Marcos Fuentes Morales. Ha sido una experiencia muy interesante y entretenida. Aurelia vamos a firmar el registro, me dijo Marcos, Ya está, pasame el cuaderno, y así ingresé. Estoy feliz, porque el Club me ha permitido valorar mucho más los árboles nativos y la naturaleza”, concluyó.