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“En Chile, por cada tonelada de cobre que se extrae, se producen alrededor de 28 toneladas de desechos”

No todos los días nos encontramos con un experto en los temas ambientales relativos a la vegetación en cercanías del extractivismo minero. Siempre es interesante conocer como la expansión humana ha alterado, para bien o mal, la vida natural y como ésta sobrevive a los embates humanos.
Fernando Guerra Guerrero es Ingeniero Forestal de la Universidad de Talca, doctorado en Ciencias Biológicas en Ingeniería Genética y con un posdoctorado en Genómica Aplicada. Básicamente se desempeña en dos líneas de investigación. Una es el estudio de la respuesta que tienen las plantas frente a condiciones de contaminación por metales pesados – una de la fuentes más importantes son los desechos mineros- y “las plantas en ese sentido, son una alternativa para manejar una situación donde hay residuos ricos en metales pesados como cobre, hierro, etc”, nos puntualiza; y la segunda línea de su trabajo apunta a ver cómo ciertos factores asociados al cambio climático, están afectando el ciclo de crecimiento de los árboles.
¿ Por qué el cambio climático afecta poderosamente a los árboles?
Como la mayor parte de los vegetales, los árboles necesitan temperaturas relativamente frías en el invierno, para que en la primavera broten y sean productivas. Entonces, con el cambio climático esas temperaturas están siendo cada vez más altas, hay menos semillación e impiden que puedan polinizarse.
¿Cuánto influye el trabajo de las mineras utilizando elementos bioquímicos con respecto al lugar donde están?
Los metales son todos aquellos elementos que tienen una densidad mayor a 5 gramos por centímetro cúbico en términos químicos, y dentro de ellos, hay una serie de elementos minerales que están presentes en la tierra de manera natural como el cobre, el hierro, el plomo, entre otros. Estos elementos son importantes para los seres vivos como los humanos y las plantas. Pero cuando están en condiciones de exceso, eso representa un riesgo biológico porque se acumulan y tienen efectos muy tóxicos a nivel celular y de un individuo completo. Desde esa perspectiva, este tipo de elemento es un factor que deriva muchas acciones antrópicas como las minerías, las refinerías, la aplicación de fertilizantes inclusive, o la aplicación de algunos productos para el control de hongos, enfermedades fungosas o frutales. Este tipo de químicos va produciendo un efecto residual en algunos casos. Los seres vivos nos enfrentamos al desafío de que necesitamos algunos de los metales pesados para funcionar adecuadamente a nivel fisiológico, pero al mismo tiempo, cuando esos metales pesados son muy abundantes, sobrepasan nuestros mecanismos de manejo, tienen entonces, un efecto tóxico. Desde este punto de vista, actividades chilenas como las mineras, que producen una cantidad importante de cobre, conlleva la producción de residuos como por ejemplo, los relaves mineros, que es todo el material que deriva del proceso de extracción de los minerales. Que es altamente tóxico para la agricultura. Son muy ricos en cobre, hierro y molibdeno, que se depositan en tranques de relaves, pero ese tipo de depósitos están muy susceptibles de ser erosionados por el viento y el agua. Y el viento dispersa ese material. porque es fino, y cuando se secan los tranques quedan muy susceptibles al movimiento por efecto del viento o el agua cuando hay lluvias atípicas.
¿ Estos residuos mineros tienen un efecto contaminante difícil de manejar ?
Tienen un efecto contaminante para las aguas, los sistemas vegetales, los humanos, las comunidades y desde esa perspectiva hay una necesidad constante de manejarlos. En Chile, por cada tonelada de cobre que se extrae, se producen alrededor de 28 toneladas de desechos.
¿ Cómo han logrado solucionar este tema en las mineras de explotación cuprífera ?
Básicamente se acumulan en tranques de relave, los cuales, teóricamente están diseñados para juntar este tipo de residuos lejos de poblaciones, bajo condiciones donde hasta los terremotos no los van a romper, o el efecto del viento o las lluvias. Ese tipo de factores nunca está totalmente controlado. Y sobre todo, en mineras que ya dejaron de funcionar y estos tranques están abandonados es un riesgo permanente. Ciudades como Copiapó, por ejemplo, están rodeadas de tranques de relave y ahí inevitablemente, con el paso de los años, esos tranques generan residuos que están suspendidos en el aire.
Recordemos lo que ocurrió en la Minera Las Palmas en nuestra región hace unos años, donde por derramamiento de mercurio, esta minera de oro se tuvo que clausurar permanentemente. Entonces, ¿ Hay ciertas condiciones legales para instalar mineras de este tipo en Chile ?
Hay normativas que regulan el funcionamiento y el cierre de ese tipo de depósitos, una vez que, las minas dejan de funcionar. Pero hay factores que se escapan al control. No hay equipos de inspección que estén constantemente evaluando en el tiempo. Inevitablemente quedan sujetos a factores externos lejanos y al manejo que puedan hacer las mineras. Si hay precipitaciones muy abundantes y hay un aluvión por una quebrada y por ahí cerca hay un tranque de relave, se puede dispersar ese material. Hay mineras que utilizan el sistema vegetal de fitorremediación para manejar este tipo de situaciones.
¿En qué consiste la fitorremediación?
La fitorremediación considera el establecimiento y plantación de una cubierta vegetal en la superficie de los tranques abandonados. Esa cubierta vegetal es una capa, incluida la materia orgánica que se deposita además de árboles, arbustos y pasto, lo que permite darle estabilidad respecto a lo que es la erosión por el viento o el agua. Hay experiencias acá en el Tranque Relaves Cauquenes asociada a la Minera El Teniente en Rancagua, donde hay una experiencia de fitorremediación bastante exitosa. Las plantas deben ser seleccionadas, son vegetales nativas y exóticas que deben tener la capacidad de crecer ahí. Es un material fino, con alta toxicidad de metales pesados y hay especies arbóreas como el eucaliptus, los aromos, los álamos, el quillay, que pueden desarrollarse satisfactoriamente en esos terrenos. No tienen un crecimiento óptimo pero es suficiente para generar esta capa vegetal que evita el arrastre por viento o agua.
¿ Cuál es la línea de investigación que ustedes siguen respecto a estos temas ?
Nosotros hemos hecho un desarrollo orientado básicamente a entender cómo las plantas tienen mecanismos para soportar esas condiciones limitantes. Con empresas mineras, hemos estado más cercanos a CODELCO en Rancagua y en la Quinta Región, pero nuestro aporte al manejo de ese tipo de residuos, va por el lado principalmente del estudio del mecanismo biológico que permite que estas plantas soporten esa condiciones. Investigamos, por ejemplo, qué tipo de genes y proteínas producen las plantas para resistir.
¿ Cómo interactúan los fertilizantes en la agricultura a nivel de toxicidad en las personas?
Es otra de las líneas de investigación que estamos abriendo, como en el ámbito agrícola, el uso de cierto tipo de fertilizantes conlleva la aplicación indirecta de algunos elementos potencialmente tóxicos como el cadmio. Desde esa perspectiva, si tenemos muchos cultivos por eso es interesante saber como los metales pesados están presentes, qué efectos están teniendo sobre el rendimiento, y que efectos potenciales pueden tener sobre las comunidades, sobre la gente que interactúan sobre esos cultivos, y desde esa perspectiva, es una área muy interesante de analizar.”
¿Se pueden adaptar los árboles a las variaciones climáticas actuales para sobrevivir a una posible extinción de sus especies?
Hay dos aproximaciones que se pueden utilizar porque necesitamos producir de una manera eficiente y sustentable bajo condiciones ambientales que ya no son tan amigables. Una de las principales estrategias que se usan a nivel mundial, es introducir nuevas variedades de cualquier especie pero de zonas geográficas distintas a las tradicionales, tal vez adaptadas a períodos de mayor sequía o a temperaturas más extremas. Variedades que crecen de manera natural en zonas más calurosas. Lo otro, derechamente es desplazar nuestros actuales cultivos hacia zonas más al sur, donde todavía hay condiciones ambientales adecuadas, e introducir otros cultivos de especies más adaptadas provenientes de climas mediterráneos más secos. Lo otro, es utilizar productos químicos que ayudan a las plantas a salir del receso vegetativo. Esas son las diferentes estrategias que se pueden utilizar y que vamos a tener que considerar muy seriamente”, concluyó.

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