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Francisco Rodriguez Aspillaga de la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones: “Pretendemos efectuar un aporte muy importante en lo que se refiere a restauración, tanto ecológica como económica”

En medio del lanzamiento público del libro “Los bosques Relictos de Ruil: Ecología, Biodiversidad, Conservación y Restauración” editado por el conocido profesor, académico y botánico José San Martín Acevedo, el empresario Francisco Rodríguez Aspillaga, sub gerente de la Fibra Sostenible y Conservación de la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones ( CMPC ) en Los Ángeles, Bío Bío, concurrió al emotivo acto, como representante de su compañía, que además patrocinó la publicación de esta valiosa obra.
“Diario Maule Hoy” en un intertanto, abordó al empresario chileno para conversar de los temas que nos preocupan.
¿Qué importancia tiene para la CMPC aportar a una publicación tan interesante como la originada por el profesor José San Martín?
“Cuando Ivan Quiroz trabajó en coordinar a todos los autores que aparecen en este libro, incluyendo el profesor José San Martín, nos preguntó si era posible que nos apoyaran en publicar este libro y nuestra palabra fue favorable inmediatamente, porque el Ruil para nosotros es una especie ícono. Y como empresa privada teníamos que ser un soporte de esta tremenda obra. Es un magnífico libro que va a quedar entre nosotros y va a trascender a las personas que trabajan con el Ruil. Así como tenemos Araucaria Araucana, hemos trabajado mucho con el Tolomiro en Isla de Pascua, pero el Ruil está en nuestro ADN. Es parte del corazón del territorio donde estamos trabajando, y por lo tanto, sin duda, teníamos que estar ahí presentes y debíamos apoyar esta publicación”.
¿De alguna manera la empresa privada está presente en estos temas ambientalistas que preocupan ?
“Siempre se comenta que la empresa privada está ausente. Nosotros queremos decir que estamos presentes, no tan solo por el tema del apoyo en la publicación de este libro, sino que, además, en los esfuerzos por la conservación y restauración de los árboles nativos como el Ruil. En general, lógicamente como empresa, tenemos en primera instancia, un objetivo productivo a partir de la fibra de nuestras plantaciones. Sin embargo, tenemos junto con estas plantaciones, una superficie no menor de zonas de conservación y protección”.
¿Cuántas hectáreas de conservación y protección?
“Tenemos cerca de 700 mil hectáreas de patrimonio total y 23, 2 %, es decir, 159 mil hectáreas son de protección nacional, Y eso, es un patrimonio muy importante que quizás hasta ahora, no le estábamos dando todo el valor que le correspondía. En el último tiempo, hemos estado desarrollando una estrategia de conservación y biodiversidad porque justamente lo que queremos es ver como damos valor a esta tremenda parte del patrimonio que tenemos dentro de la empresa. Cómo lo cuidamos, como lo valorizamos y cómo lo compartimos con la sociedad”.
¿En esas plantaciones tienen también las áreas de alto valor de conservación?
Así es. Tenemos estas áreas de alto valor de conservación que tienen como principio proteger ciertas especies de flora y fauna. En el caso de la empresa CMPC hay 14 áreas de alto valor de conservación con cerca de 10.900 hectáreas. Y dentro de estas 14 áreas, hay ciertos elementos de fauna como el huemul y de flora como el Ruil, que es parte muy importante. Además, tenemos hualos en un área muy grande que estamos restaurando, y Santa Elena, ya como representación del tipo esclerófilo en el Valle Central.
¿Cómo han logrado seguir con las restauraciones después de los incendios del 2017?
“A modo de proteger el suelo, sembrando avena y hubo temas de diques de contención etc, porque sabíamos que venía un tiempo muy complejo de reparación de lo que teníamos en esos lugares, por eso, empezamos a trabajar muy rápido. Primero para proteger el suelo, los recursos de agua y empezar a recuperar la vegetación. Establecimos algunos núcleos de enriquecimiento con ruil, con plantas producidas a partir de materias de la misma zona. Entonces, ahí estamos conformados con un área cercana a las 305 hectáreas y con la Reserva Los Ruiles hemos empezado a establecer un corredor biológico, que une nuestra área de alto valor de conservación con esta reserva. Por lo tanto, vamos a estar generando conexión entre estas áreas importantes. No tan solo eso. Al lado, hacia el este, se encuentra el predio La Montaña que es de la Asociación Azócar, donde hemos trabajado para recuperar este tremendo recurso forestal”.
¿Este libro es parte de una serie de proyectos multidisciplinarios que tiene que ver con dar a conocer la naturaleza que tenemos?
“Sí, por supuesto. Este tipo de libro tiene una edición relativamente limitada, por lo tanto, apunta a un público más bien académico, pero hay otras múltiples publicaciones, en este caso que la Empresa efectúa a través de la prensa, tanto local como nacional, apuntando lo que se está haciendo con el Ruil. Incluso, la televisión, así que sí, pensamos seguir con eso, pero más que seguir publicando a mi lo que me interesa es seguir haciendo cosas, de modo tal de contribuir a lo que se solicitaba, a evitar la desaparición de la especie y considerar la reconversión de ciertas plantaciones para propagar el bosque maulino y la contribución que se puede hacer para tratar de mantener esta especie que está en desaparición, que es casi un dinosaurio de los nothofagus de Chile”.
¿Qué proyectos emblemáticos considera CMPC para el 2023 en estas materias?
“En términos de flora y fauna, estamos trabajando en múltiples áreas, particularmente con varias Universidades y respecto a lo que estamos haciendo en la región de Maule, el trabajo particular que llevamos a cabo, tiene que ver con la ampliación del área de alto valor de conservación de El Desprecio donde tenemos la especie de Ruil y el trabajo que estamos desarrollando con el corredor biológico, que une esta área con la Reserva Los Ruiles de CONAF como les comenté. Pero también en conjunto con otras instituciones como el “Diálogo Forestal”, y en este caso, New Generation Plantations, que era una plataforma de WWF, más Arauco y sociedad civil y ONGs, estamos trabajando en un proyecto que se denomina “Fondo Maule” que pretende hacer un aporte muy importante en lo que se refiere a restauración tanto ecológica como económica, también apuntando a plantaciones, restauración de bosque nativo y silvopastoreo. Así que estamos apuntando a cerca de 3.000 hectáreas de restauración en un plazo de cinco años que esperemos que el 2023 ya podamos estar mostrando algo . En estos minutos estamos licitando ciertos pilotos para tener algo que mostrar y poder atraer capitales para que trabajen con nosotros y reconstruir en el fondo, Empedrado, después de lo que fueron los incendios del año 2017″.
¿Las licitaciones se efectúan a través del Internet?
“A través de una página que se denomina Fondo Maule, y estamos en ese proceso”, concluyó.

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