Profundo malestar de los trabajadores por el cierre de la residencia del «Hogar de Cristo» en Talca

En un punto de prensa en las afueras de la residencia del adulto mayor, Marisol Gajardo, Presidenta del Sindicato del «Hogar de Cristo» de Talca y Patricio Mena, concejal, explicaron a los medios de comunicación las circunstancias que han llevado al anuncio del cierre de la residencia, que alberga a 35 adultos mayores y 34 trabajadores que ven amenazados sus puestos de empleo.
Marisol Gajardo especificó que el 11 de noviembre les informaron del cierre de 17 programas del Hogar de Cristo, de los cuales, 7 corresponden a residencias del adulto mayor, una de ellas es la de Talca donde viven 35 adultos mayores, 14 mujeres, 21 hombres. «El más longevo tiene 90 años», -añadió-, y es esa nuestra preocupación. ¿Qué va a pasar con ellos después de Octubre del 2023 cuando está programado el cierre definitivo?
Ella subrayó que «las explicaciones que nos entregaron los directores nacionales del Hogar de Cristo, es que esto obedece a un cambio de estrategia social. Que si el Hogar sigue haciendo lo que está haciendo hasta hoy, quedaría obsoleto. Por tanto, de pasar programas residenciales a programas ambulatorios.

«En Talca se verían afectados además, 34 trabajadores y obviamente 35 adultos mayores dependientes y postrados, que no tienen redes de apoyo que necesitan un cuidado especial. Sus familias no están en condiciones de recibirlos, y fueron informadas de este cierre. Solo una familia está dispuesta en hacerse cargo de su adulto mayor», aseveró.
De la misma forma señaló que: «la promesa de la Fundación es la reubicación, ahora ¿dónde?, no lo sabemos realmente, porque como les dije, son adultos mayores dependientes en un 100%. Ahora si la razón principal es exclusivamente económica, yo vería esfuerzos encaminados en conseguir más recursos por parte del Estado o de la empresa privada y yo no veo eso».
Ella confesó a los medios que «nos duele harto y por eso es que acudimos al concejal para visibilizar esta problemática, porque hay adultos mayores que no han salido nunca de este Hogar, ni siquiera a los controles médicos porque los tienen acá. Entonces, sacarlos a los adultos mayores es la preocupación más grande que tenemos hoy día».
Es una decisión que no tiene marcha atrás. Ya lo ha hecho antes. El 2020 también cerraron residencias, así que no hay pie atrás en esta decisión. Un ejemplo: en Valdivia el 2020 cerró una residencia y cuatro adultos mayores de allí fueron trasladados a esta residencia en Talca.
«Esto se aleja por cierto, de la máxima del Padre Alberto Hurtado. ¿Qué pasó con la misión que nos encomendó San Alberto ? Que es acoger y proteger al más vulnerable, al abandonado. Es una decisión cruel, inhumana, dolorosa. Estamos muy tristes por los abuelos, porque son como si fueran parte de nuestras familias. Queremos ver cómo avanzamos y logramos que se mantenga acá», señaló
«Este terreno donde está emplazada la residencia es un comodato del Obispado, que fue cedido el año 1994, para este objetivo. Funciona así desde hace treinta años. El Obispo fue informado de esta situación y se le pidió colaboración. Ahora habría que preguntarle a él, cuál es su sentir respecto a este cierre». argumentó la dirigente.

Para el concejal de Talca, Patricio Mena, «vemos con mucha preocupación que hoy día en nuestra ciudad, se quiera cerrar esta residencia, principalmente porque no existen certezas de qué pasará con estos adultos mayores. Para esos adultos mayores esta es su casa, son adultos mayores que no pueden vivir con sus familias y no los pueden recibir para poder cuidarlos. Desde el punto de vista de la salud mental, sacarlos de acá y reubicarlos en otras ciudades sería muy perjudicial. Las visitas de sus familiares si hoy día son escasas, ahora van a ser trasladados a distintos puntos del país, y esas visitas van a ser cero por distancia. Además, el enorme daño que se les va a producir en términos de adaptación, porque son adultos mayores con enfermedades y que están postrados, y que únicamente están acostumbrados a vivir en este Hogar».
El concejal insistió en que «este cambio tiene que ser conversado con los trabajadores. Tiene que ser un cambio gradual y pensado en que no dañe a los adultos mayores. El legado de San Alberto Hurtado, tiene que ver con la protección, con acoger y brindarles cariño, protección y cuidados, y hoy día a raíz de este cierre, eso no se está cumpliendo. Y por otro lado, no hay certezas claras de que va a pasar con estas personas, ni con los trabajadores», subrayó.
Al respecto recalcó que «vamos a estudiar en la mesa del concejo municipal, desde todos los puntos de vista, que se puede hacer con este problema. Tratar de tener una conversación con los directivos del Hogar de Cristo, para conocer más en profundidad los motivos de esta decisión. Ver si se puede hacer algo. Conversar con el Obispado, porque más allá de todo, lo importante es no dejar en la desprotección a los adultos mayores que están hoy día en este centro», concluyó.