16 megaincendios ha habido en los últimos 10 años y no se ve una disposición de los empresarios para tomar medidas o aunar esfuerzos para poder llegar a una solución de prevenir y atacar incendios
José San Martín Acevedo, académico en diferentes cátedras, destacado botánico y doctor en recursos naturales.
La comunidad ecológica en Chile ha estado de duelo estos días, porque es triste e irrecuperable la destrucción del medio ambiente, incluyendo las controvertidas plantaciones de pinos y eucaliptus. Hay en este nueva ola de incendios forestales un patrón que se repite hasta el cansancio y es el origen humano que han tenido todos los eventos.
«Diario Maule Hoy» decidió insistir en la importancia del conocimiento científico y de los expertos para contrarrestar éstos efectos que tanto daño hacen al país. Al menos, escuchando sus experiencias y sabiduría podemos tener la esperanza verde de un mejor mañana para sus hijos y los hijos de sus hijos.
¿ Es muy tarde como para proteger lo que va quedando de remanentes de bosque nativo considerando esta nueva ola de incendios forestales?
«Todos los veranos el tema es monotemático con el problema de los incendios. Y es una tragedia ecológica, social y económica con efectos transversales y que no discrimina. El caso del combustible del objeto de la quema, es la vegetación, Hay dos tipos : la natural y la que estableció el hombre que son las plantaciones. Predominan en nuestra zona, las plantaciones en cuanto a biomasa disponible respecto al bosque nativo, el cual recibe los efectos como la desestructuración, la fragmentación, la simplificación , etc. Yo diría que no estamos tan tarde, en las posibilidades de poder asistir al bosque, y por otro lado, hay que sentarse a la mesa a tomar decisiones con las instancias de poder, que son las que vigilan y establecen las normas de cómo se debe trabajar en el ambiente. Aquí se le ha dado mucha prioridad a la parte económica, sin considerar los impactos que tiene sobre el ambiente y sobre el paisaje y la población. La gente que sufre los efectos cerca de las plantaciones, nunca le preguntaron a ellos qué efectos podría tener una plantación alrededor de su casa. En circunstancia que uno de los requisitos que se estipulan es que la población sea consultada».
¿Entonces estamos a tiempo de evitar males mayores?
«Yo diría que estamos a tiempo pero hay que actuar en forma rápida, planificada, ordenada e integrada. Tiene que haber sinergia aquí, no puede haber mucho atomismo. Es decir, cada grupo por su lado , independientemente de lo que hace el otro, porque al final se repiten esfuerzos y medidas. Al trabajar juntos con el mismo objetivo, yo creo que se puede avanzar más rápido. Aquí hay que integrar a los propietarios que tienen mayor superficie de plantación, que son las empresas. Las empresas en estos momentos están mirando hacia adentro y esperando cuáles son los efectos que va a tener en cuanto a superficie para sacar los costos que eso significa en cuanto a pérdida económica».
¿Cuántos mega incendios hemos tenido en los últimos tiempos?
«16 megaincendios han habido en los últimos 10 años, y no se ve una disposición de los empresarios para poder tomar medidas o aunar esfuerzos para poder llegar a una solución de atacar y prevenir los incendios. Yo eso lo he planteado en varias reuniones con ellos, en el sentido de que, se preocupan de cuantos son los gastos que se realizan o cual es el capital disponible para esta temporada, en circunstancias que debiera ser al revés. Cómo disminuimos ese capital para orientar el esfuerzo y canalizar el uso de los recursos en otras partes que es el servicio ambiental. La tarea grande que viene ahora, es cómo recuperar ese ambiente que queda totalmente destruido».
¿ Qué se pierde con los incendios, tan solo el paisaje y lo material?
«Se pierde también el suelo que no se recupera. Se recupera el elemento vegetal, algunos árboles, pero parte del suelo no, porque no tiene esa rapidez, porque la bio vegetación es la que lo va ayudando».
¿ Es muy peligroso volver a construir viviendas en los mismos lugares, porque se ha ido todo el paisaje que protege a la comunidad de los cambios de clima?
«La solución fue planteada hace mucho tiempo atrás cuando se le exigió a las Municipalidades un plan regulador. Un ordenamiento del uso del espacio. Eso las Municipalidades lo tienen pero nadie lo usa y no se puede imponer legalmente, porque usted limita la iniciativa privada. Por eso, es que hay una invasión de población en el territorio. Entonces se está perdiendo el suelo agrícola porque se construye y el plano regulador dice que hay un orden que respetar y mantener para conservar el entorno natural individual pero no colectivo. Cada vez va a ser más difícil encontrar bosques naturales y lo más terrible es que, se pierde la biodiversidad y toda la parte faunística que no se toma en cuenta».
¿ Qué hay respecto al ganado doméstico acaso influye en el territorio ?
«En Chile está muy enraizado el hábito de que los animales domésticos tienen que estar en el bosque, entonces las plantaciones crecen los herbáceos que aprovechan estas especies porque para la gente del campo es como tener un pequeño capital para cubrir cualquier emergencia. Eso no se valora. No piensa el que vive en la ciudad cuáles son las necesidades o los limitantes que tiene la gente en su ambiente natural. Además, el uso de plantación se hace hasta el mismo límite de la propiedad y la gente a veces, no puede sembrar y cultivar. Ellos se sienten desamparados y desprotegidos».
¿Qué responsabilidad tiene en este caso, el mundo político respecto a este ordenamiento porque son los que legislan en Chile ?
«Hay una responsabilidad y hay una cosa de nivel diagnóstico en el sentido que no es prioridad para la política el ambiente natural. En las campañas presidenciales en ninguna parte aparece el tema ambiental, la naturaleza, la protección o la biodiversidad. ¿ Cuándo se pone de moda? Cuando aparecen estos impactos. No hay una conciencia, no hay una cultura, y esto viene desde abajo, porque uno lo ve en las escuelas en los programas formales y están muy pobres en cuanto a la información de la conservación, diversidad animal y vegetal y como convivir con el entorno. La gente del campo se maneja muy bien en los nombres, pero no la trascendencia que tiene la presencia de una especie determinada en el lugar y que tiene que respetarla, porque se siente con el derecho de desplazarla. Eso debería venir desde el colegio, cosa que la masa de estudiantes en Chile transmita esa onda. Eso a la larga, 20 30 50 años, tiene que tener un efecto, No exijamos a los políticos cosas que no manejan y conocen y que no tiene interés. Cuando tiene que legislar contratan algunas personas que les informen y les dan asesorías. Y el otro impacto que tienen los incendios están en el turismo. ¿ Qué necesita el turismo para desarrollarse? Ambiente natural, bosque nativo, agua, ríos y con esta situación no hay protección.Ese elemento de cultura de saber vivir con la naturaleza es lo que hay que reforzar y formar a nivel de los colegios».
¿Qué opinión tiene usted de la parte jurídica, que debería penalizar a las personas que encienden bosques?
«La parte que administra la justicia en Chile también adolece de desinformación. Su experticia es la teoría de la justicia. Pero en ausencia de dónde provienen y de cómo se sostiene eso. Hay una falta de nexo entre el valor de la destrucción ambiental y cada uno de los casos, porque tengo entendido que en las Escuelas de Derecho, no es fuerte la formación de derecho ambiental. Algunas Universidades lo tienen en sus programas y el grueso de los abogados no se manejan en ese lenguaje. Entonces si no tiene esa información lo desconoce, y si lo desconoce, no lo respeta, no lo cuida y no contribuye a que esto se cuide. Elos ven los efectos o algunas posibles causas. Las personas que utilizan combustible en medio de un bosque es para mí un problema de desadaptación con la naturaleza. Es la sensibilidad con la naturaleza, la que hay que cultivar en la gente y debieran aprender en las medidas que se toman cuando se aplica la justicia. La justicia debe manejar esta situación, lo que significa destruir la naturaleza», concluyó.
