Ex propietario de Helados Loncomilla, Francisco Macclure invito, a recepción a ex colaboradores

En el Restaurante TORO MACHO de la comuna de San Javier, el ex empresario y ex dirigente de ASICENT, Francisco Macclure Armanet invito a todos quienes permanecieron leales hasta el final a la empresa a una recepción de despedida.
En la ocasión, Francisco Mac Clure señalo que «Soy un total creyente de lo que dijera Adam Smith en el sentido que el mercado libre actúa como una «mano invisible» que maximiza el bienestar general»; pero, no creo que sea solo el mercado el que se beneficie de esta mano invisible. También le ocurre a cualquiera que emprenda las innumerables acciones que un hombre pueda abarcar. Dos personas libres actuando en acuerdo gozan de este efecto de la mano invisible…
Y esto se traduce en que en la industria se emplean los incentivos bien alineados y llegamos al tema de las remuneraciones; por mi parte, siempre concebí que las remuneraciones tenían que consistir en lo más posible en base a incentivos, de esa forma si las cosas funcionan bien, nos beneficiamos todos, indico.
Este sistema lo llaman neoliberalismo, me declaro cultor de este credo; cualquiera que se desempeñe en una organización en que no tienen efecto los resultados, es una desgracia porque no se está aprovechando lo más grande que tiene un hombre como es su iniciativa.
Personalmente, le atribuyo una buena parte al éxito que conseguí en mi vida empresarial a este importante factor; por eso a los países socialistas les cuesta tanto llegar a las finales en todos los deportes de equipo; hoy estamos conscientes de que ya los sabores que fuimos desarrollando con el tiempo y los otros tipos de helados no se fabrican aquí.
El destino determinó que en una negociación con un real interesado decidiéramos vender la industria junto a toda su historia.
La verdad es que personalmente últimamente veía venir tiempos borrascosos, dado el entorno político que estamos viviendo, por su parte aquellos que permanecieron trabajando se habían organizado en sindicato para dar la lucha por la deuda histórica y nos hicieron llegar las debidas advertencias.
Obvio que este fue un gran empujón para decidir el futuro aprovechando que toda vez que los compradores tenían especial interés en el volumen de venta que habíamos alcanzado en el mercado…
¡Ya no es tiempo para arrepentirse! Personalmente, le echo mucho de menos a las variadas materias que uno tiene que tener presente al llevar una industria así, pero hay que aceptar el destino para donde van las cosas. Me deja muy tranquilo que se terminó en buenos términos con todos los que se desempeñaron en algún momento. Especialmente me enorgullece de haber sido el centro de donde se generó riqueza que permitió: a la gran mayoría de ustedes solventar sus familias, dar educación a sus hijos, incluso permitir que muchos llegaran a obtener sus títulos profesionales, qué más podemos pedir, señalo emocionado…
Lo que más me enorgullece es ver que a muchos de ustedes de desempeñarse en esta industria pasaron a manejar sus propios destinos, sus propios ingresos y ahora son dueños de su futuro muy a consecuencia de lo mucho aprendido en los años de trabajo. Cuantos no salieron de aquí con sus propios emprendimientos. creo que como escuela cumplimos con creces. También me enorgullece haber sido la fuente de trabajo para muchas de sus queridas esposas.
Por último, no tengo duda que el mayor recuerdo de nuestra industria estará muy relacionado con la calidad de nuestros productos, que es por lo que más se nos recordará. Un logro no menor! finalizó.