Adiós Asistentes de la Educación Gracias por su Labor…

El día jueves en una ceremonia desarrollada en el «Centro de Extensión Cultural» Constitución, se dio a conocer la salida laboral de nueve asistentes de la Educación, ocho de ellos de forma presencial y uno de ellos de forma póstuma. Con la presencia de los Concejales Lorenzo Toledo y Michael García, como directivos de los establecimientos educacionales y colegas de la Asociación de Asistentes de la Educación. Así lo dio a conocer el edil Fabián Pérez, quién manifestó, «Agradecerles a cada una de las personas quienes se acogen a retiro, por el trabajo de años, por el cariño de años, por el afecto que han entregado a un centenar de niños y niñas, en nombre del municipio y de las comunidades educativas darle todo nuestro cariño nuestro afecto, de agradecimiento por la labor que han desarrollado durante tantos años».
El Secretario de la Asociación de Asistentes de la Educación, Mario González, «hace algún tiempo a nivel nacional nos jugamos para que hubiese un incentivo para el retiro para los asistentes de la educación, es la tercera vez que esto se logra, existiendo otra remesa de otros funcionarios que se acogerán a retiro también».
Quizás al sonar esa campana o ese timbre o al recorrer pasillos y salas los alumnos buscaran con su mirada perdida quizás a alguien que paso por sus vidas, tan importante como lo fueron sus docentes, o sus directivos, estos hombres y mujeres, ya no estarán presentes en sus vidas académicas, el llanto de las familiares de aquel extinto Jorge Arancibia Arancibia, con 33 años de servicio, quién se desempeñaba en el Internado Paul Harris, se va Clara Vidal Núñez y Fernando Recabal Faúndez, del Liceo de Constitución, se van del Cerro Alto, Luis Godoy Araneda se van de la Escuela Enrique Donn Müller Agustina Espinoza, Valdés Isabel Bravo Correa, Sara Jara Rojas, Liceo Técnico Profesional de Putú Margarita Neira Caceres Nueva Bilbao o Characarillas, Tomás Verdugo Espinoza, damas y señores, hablan de una generación que comulga hacía sus hogares llevándose miles de vivencias y vidas que les acompañaron durante su vida laboral, es lógico que el descanso se lo merecen, que para muchos fueron escuderos ante nuestras jornadas estudiantiles, y son invisibles para el mundo, lágrimas rodaban por sus mejillas y es lógico ver como su trabajo logró construir y reformar a muchos que quizás íbamos por el camino equivocado… Adiós de las aulas, pero no de nuestras mentes y corazones agradecidos.

Nacen en el subconsciente tantas vivencias o palabras de aliento que muchos de ellos nos brindaron, siendo más rectos y nobles, que muchos que vinieron de una universidad con sus títulos nobiliarios, dolor de no ver a la gente que con tanta entrega se van apagando en una despedida incentivada, motivada no sé por qué, quizás sean mis ganas de que te quedes a vivir eternamente en mi establecimiento, en mí vida, desde mi primer auxiliar, hasta mi cocinera, el inspector, o la bibliotecaria, que tan importante son para nuestras vidas estudiantiles, si es el que te corrige por tú bienestar sin haber tenido la preparación académica quizás, pero que les sobraban magister en sentimientos de buena lit, para brindarte un apoyo, el que te abría la puerta aunque fuesen más de las ocho, o el justificaba sin creerte el cuento y te dejaba pasar dándote otra oportunidad, pasa ya, pasa el tiempo y se desprenden, de sus habitáculos, de la campanada y el timbre, el tiempo de descansar, de más de algún consejo que te hacía crecer en humanidad, viniendo de una dama o un señor de nuestra adolescencia, lo mirábamos como el enemigo a vencer con alguna treta de chamullos disparatados para que no fuéramos reprendidos. Hasta pronto y descansen se lo tienen más que merecido…