COMUNALNACIONALREGIONAL

La cueca nuestro baile nacional

Nuestro baile nacional está presente a lo largo de todo el territorio, adoptando diversas formas de una zona a otra. Si bien su popularidad declinó a lo largo del siglo XX, hoy ha recobrado su vigencia de la mano de una nueva generación de cuequeros.
El 18 de septiembre de 1979, el decreto N° 23 publicado en el Diario Oficial, promulgó la cueca como baile nacional. Entre otros argumentos se destacó que dentro de la variada gama de danzas folclóricas chilenas, era esta la de mayor nivel de difusión y de más profunda significación histórica.
Existen distintas teorías respecto de su origen y de su llegada a Chile, sin embargo se ha logrado llegar a consenso en cuanto a su relación con la zamacueca y sus antecedentes arábigo-andaluces. Su presencia puede ser reconocida a lo largo de todo el territorio nacional, variando la forma coreográfica y musical según la zona geográfica en que se interprete, pero siempre conservando un patrón común que la hace ser un baile único y diferenciado. Asimismo, ha tenido dos funciones predominantes: en primer lugar, el entretenimiento, bailándose en fondas y fiestas con gran algarabía; en segundo lugar, la función documental, en la medida en que actúa como transmisora de la tradición oral en la voz de cantores populares.
A lo largo de la historia, la cueca ha sufrido varias transformaciones. Hacia mediados del siglo XX surgió la cueca larga. En distintas zonas del país se habla de la cueca nortina, cueca chilota o la cueca brava. Por otra parte, a fines del siglo XX se vivió un hito inédito: interpretada por la banda nacional Los Tres, la cueca se convirtió en un éxito dentro de la programación del canal juvenil de música MTV. Sin embargo, su vigencia es relativa. Durante el siglo XX ha entrado en declinación hasta nuestros días, restringiéndose a instancias de exaltación de los valores nacionales, como las Fiestas Patrias, desfiles o ceremonias oficiales. A pesar de ello, y como afirmaba Pablo Garrido en 1943, la cueca sigue siendo “el símbolo más puro de nuestra identidad”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *