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Defensoras de los Derechos Humanos llaman a desmantelar la cultura del silencio

“Mujeres por la Memoria” realizó una charla sobre docencia y dictadura, en un nuevo aniversario del golpe de Estado de 1973.

Un llamado a desmantelar la cultura del silencio que impide abordar abiertamente las violaciones a los Derechos Humanos ocurridas durante la dictadura de Augusto Pinochet, formuló la agrupación “Mujeres por la Memoria”, en el 51 aniversario del golpe de Estado para derrocar a Salvador Allende.
“Los grupos de poder han producido exitosamente una realidad, donde por miedo o por indiferencia, las personas creen adecuado silenciar sus opiniones y sentimientos. La invitación es a desmantelar entre todas y toda la cultura del silencio, porque favorece el olvido, el negacionismo y la impunidad”, dijo la coordinadora del colectivo, Elia Piedras, tras una charla organizada conjuntamente con el Colegio de Profesores de Talca.
La exposición, a cargo de la doctora en Educación Karina Carrasco, reveló los hallazgos de una investigación en torno a la enseñanza de la dictadura en liceos de la región.
Según el estudio, realizado por la académica como su tesis doctoral, los vejámenes cometidos durante el periodo corresponden a un tema tabú y permanecen en las sombras.
“Por un lado tenemos la exigencia curricular de tratar estos temas, pero también están las creencias que generan otros procesos. Todos los profesores entrevistados indicaron que las violaciones a los Derechos Humanos son innegables, porque hay informes estatales, investigaciones académicas y personas que lo vivieron que dan cuento de ello, pero a la vez piensan que existen justificaciones históricas y que se trata de un asunto confrontacional”, explicó Carrasco, que utilizó para su indagación el Archivo de Historia Oral Colonia Dignidad.
“Cuando conoces a alguien que vivió violaciones a los Derechos Humanos -acotó-, es más fácil empatizar, pero donde debemos hacer el trabajo educativo más profundo es en aquellos estudiantes que nunca van a tener cerca esa experiencia, para que puedan vincularse con esa historia. Tenemos que lograr que el diálogo sea la herramienta para abordar esta temática y que la escuela sea el lugar donde nos formemos en sociedad”.
Para David Valderrama, titulado hace un año de Pedagogía en Historia, la charla fue “muy significativa”.
“A nivel profesional y personal, yo viví esto del silencio. Abordar la dictadura en el salón de clases requiere de valentía, pero es sumamente necesario hacerlo”, afirmó.
Una opinión similar manifestó la representante de la Seremi de Educación, Mónica Salinas. “Esta jornada reforzó espacios institucionales ya normados por el ministerio, como los planes de formación ciudadana, y constituyó una invitación a docentes, madres, padres y estudiantes a reflexionar sobre las consecuencias de la dictadura”, aseguró.