La escritura y la tradición se encuentran en “LAM en cien palabras”: una celebración literaria en el Liceo Abate Molina
En el corazón del Liceo Abate Molina (LAM) de Talca, una institución que se enorgullece de su rica historia y de haber formado a siete premios nacionales de Literatura, nace y crece un proyecto que busca sembrar amor por la literatura en las nuevas generaciones. Se trata de “LAM en cien palabras”, un concurso literario que recientemente celebró su tercera versión y cuya premiación tuvo lugar en el teatro del propio liceo, en una ceremonia cargada de emociones y relatos conmovedores.
En entrevista con Diario Maule Hoy, Lucía del Pilar Muñoz Lazo, docente de apoyo de la unidad técnico-pedagógica y profesora de lenguaje, reveló los pormenores de esta iniciativa que, desde su origen en 2019, ha dejado huellas profundas en la comunidad educativa y en los participantes. «Colocamos una semilla donde los niños empiezan a incursionar, a buscar, a investigar lo que significa la escritura», expresó con orgullo.
Origen y evolución de un proyecto interdisciplinario
El concurso literario “LAM en cien palabras” nació con un propósito claro: vincular al liceo con la comunidad talquina a través de la literatura. Muñoz recordó con cariño los inicios del proyecto, que se materializó por primera vez en la Plaza de Armas de Talca. “Era un proyecto educativo interdisciplinario que movilizó a toda la comunidad, desde profesores de música, arte, historia y lenguaje, hasta los padres y apoderados. Fueron aproximadamente 500 estudiantes los que trabajaron en ese primer año, concretando un hito que luego se expandiría con el tiempo”, relató.
La trayectoria del concurso ha estado marcada por desafíos y recompensas. “Fue un camino difícil, lleno de esfuerzo, lágrimas y perseverancia. Recuerdo cómo muchas veces llegué a casa frustrada por la falta de recursos, pero el apoyo de entidades como la Fundación Futuro y la Corporación Cultural nos permitió sacar adelante este proyecto que, en su momento, representó una inversión de doce millones de pesos”, detalló.
Un espacio de expresión y creatividad
La iniciativa se consolidó con el nacimiento del Taller Literario Aquelarre, conformado por 25 estudiantes de séptimo básico a segundo medio, quienes no solo participan en la escritura, sino también en áreas de periodismo, informática, audiovisuales e ilustración. “La Mandrágora es parte del patrimonio del liceo, y este taller busca rescatarlo. A través de microcuentos, los estudiantes comparten sus vivencias liceanas y perpetúan su legado”, explicó Muñoz.
A lo largo de las ediciones, el concurso ha crecido en alcance y diversidad. En 2022, se incluyeron categorías para enseñanza básica y media; en 2023, se sumaron los exalumnos, y en 2024, participaron también los funcionarios. “Nuestro objetivo es incorporar a los apoderados el próximo año y cerrar así este ciclo de inclusión”, mencionó la docente, anticipando la publicación de un libro en 2027 que recopile los mejores trabajos de cada versión.
Relatos que reflejan la esencia del LAM
El concurso ha permitido que historias entrañables y llenas de significado vean la luz. Muñoz compartió con emoción algunos ejemplos, como el microcuento de un niño de séptimo básico que rindió homenaje a su mascota fallecida, combinando la sensibilidad y el amor en un relato que conmovió al jurado. Por otro lado, la ganadora de enseñanza media escribió sobre su experiencia de integración al llegar al liceo y cómo logró superar sus miedos, mientras que un exalumno que ahora estudia Medicina en la Universidad de Talca, presentó un relato poético sobre un capitán que encuentra refugio en el mar, una metáfora del liceo como hogar y guía.
Un jurado de altura y un legado en construcción
El jurado de la última edición estuvo conformado por figuras destacadas como Claudio Donoso, presidente de la Corporación Unidos por el Liceo Abate Molina y periodista; Manuel Morán, exalumno y ganador del concurso anterior, y Ervin Castillo, abogado y concejal de Talca. Todos ellos aportaron su experiencia y compromiso para evaluar los trabajos y seleccionar a los ganadores de cada categoría.
Muñoz destacó la importancia del involucramiento de los estudiantes del Taller Aquelarre en la promoción del concurso: “Ellos van puerta a puerta, sala por sala, invitando a sus compañeros y utilizando redes sociales como Instagram para motivar la participación. Esto les da un sentido de pertenencia y valor añadido al sentirse parte de la historia del liceo”.
Una celebración que trasciende el tiempo
Para Lucía del Pilar Muñoz, el éxito del concurso es motivo de alegría y satisfacción. “Estoy muy contenta porque he recibido el apoyo de toda la comunidad educativa, de la dirección, de los colegas, de los estudiantes, de sus padres y de los exalumnos. Es un legado que quedará en el liceo para las futuras generaciones”, concluyó, con la esperanza de que el proyecto siga creciendo y nutriendo la pasión por la escritura en los corazones jóvenes.
“LAM en cien palabras” no solo es un concurso, sino un testimonio vivo del compromiso del Liceo Abate Molina con la cultura, la educación y la preservación de su legado, inspirando a las generaciones actuales y futuras a escribir, recordar y soñar.