MOP refuerza obras fluviales en el Maule ante riesgo de aluviones: “Hemos hecho lo posible, pero no podemos intervenir todos los cauces”
En conversación con Diario Maule Hoy, el Seremi de Obras Públicas, Jorge Abarza, explicó los preparativos del MOP frente al invierno, destacando las limitaciones logísticas y presupuestarias para intervenir los más de 800 puentes de la región. La autoridad detalló trabajos preventivos en ríos y cordillera, la situación en comunas como Licantén, Talca y Linares, y la ambiciosa apuesta por mejorar la conectividad en el Paso Pehuenche.
¿Cómo han avanzado en sus trabajos con Vialidad para prepararse para el invierno considerando el cauce de los ríos?
«Desde noviembre del año pasado, ya estábamos mirando lo que se viene para el invierno de este año. Partimos en enero con La Niña bien inestable. La verdad es que no tuvimos lluvias como años anteriores, que se vieron en pleno ciclo veraniego. Ahora La Niña va en retirada y las próximas tres semanas, son claves porque vamos a ver que instauración va a tener El Niño. Vamos a tener eventos meteorológicos que hoy día no son modelables, porque no sabemos con cuánta intensidad se van a dar, pero si vamos a tener eventos. Según el profesor Santibañez, las próximas tres semanas van a ser claras para modelar que tan duro nos puede pegar el invierno».
¿Están preparados para enfrentar estos eventos desde Obras Públicas?
«Desde Obras Públicas estamos preparados. Hemos hecho trabajos en los cauces. Quisiéramos hacerlos en todos, pero no podemos, es imposible. Imagínese usted que tenemos 841 puentes en la región del Maule. Multiplique eso, con que cada puente sea un cauce natural de uso público de cinco a diez kilómetros, no hay maquinaria, equipos, ni años, que podamos terminar esto».
¿Entonces han priorizado los puntos más estratégicos?
«Efectivamente, hemos visto los puntos más críticos y más claves y ahí nos hemos concentrado. Aprendimos mucho del 2023 y del 2024, y fuimos a reforzar e hicimos trabajos en cada uno de estos cauces, donde notamos que las condiciones y el comportamiento, fueron muy severos».
¿Cómo enfrentamos los cauces, si sospechamos que hay desbordes?
«Es una tarea del Estado poder preocuparnos el día de mañana, de cómo enfrentamos los cauces, pero hay cosas que la gente olvida. Desde el año 2006 hasta el año 2022, no muchas cosas grandes nos pasaron. Hubo catástrofes, pero logramos sortear las emergencias. Pero el 2023, la naturaleza recordó por donde iban los cauces. Si uno hace una regresión en el mismo Google Earth, siempre hago el ejercicio en la Cuenca del Mataquito, ahí construimos un puente que tiene 600 metros y el cauce no era mayor a 250 o 300 metros. Tuvimos la suficiente visión, que esto se puede escapar. Por lo tanto, se fueron cultivando zonas en lo que era cauce, y fueron construyendo edificaciones en los cauces, entonces, se nos olvidó y la naturaleza borro de cierta forma, porque creció el material arbustivo, diferentes especies, y se nos olvidó donde eran los deslindes y el 2023 la naturaleza nos recordó de nuevo. Y así pasa en muchos cauces, en la región del Maule».
¿Cuál es la situación en Talca, integrando el Río Claro, el Río Lircay y el Estero Piduco?
«Nuestro Delegado Presidencial Humberto Aqueveque, nos solicitó poder hacer una defensa hacia el sector del lado de la costa. De hecho, me debería llegar el oficio, porque ahí hay unas personas que viven en el lugar en casas, para defender ese lado del Río Claro, y aparte que está dentro de un proyecto de reconstrucción, en que nosotros pudiéramos desarrollar en alguna ribera, una defensa fluvial. Estamos trabajando en eso y coordinando con todas las direcciones provinciales, observando lo que puede pasar para el invierno. También en los caminos cordilleranos, que aunque usted no lo crea, es tremendamente difícil el deterioro de los caminos. Es muy grande, porque tenemos desprendimiento de aludes, de material rocoso. Tenemos un plan que está escrito. Sabemos lo que tenemos que hacer y estamos preparando nuestros equipos y personas, cosa que, si llega a existir algún tipo de catástrofe, ni Dios lo quiera, estamos listos para reaccionar».
¿Qué capacidad fluvial tienen las alcantarillas en la ciudad de Talca 50 o 60 milímetros?
«Yo tengo entendido que son 60 milímetros, no es más que eso. 60mm puede resistir, el problema es que, para que lleguen esas aguas tiene que estar las calles y avenidas limpias, las alcantarillas destapadas y también los colectores. En Talca ante grandes posibilidades de lluvia, hay menos absorción. Están todos los suelos sellados. Y ese sello, hace que, por las calles de la ciudad, transiten grandes volúmenes de aguas lluvias».
¿Cómo defendernos frente a la probabilidad de un invierno en que se nos cuenta que va a existir escasas lluvias, pero caerá muchísima agua en poco tiempo?
«La recomendación mía, es que empiecen a limpiar el techo de sus casas, las canaletas, sus jardines. Que traten de hablar con sus autoridades y le dicen: el estero está muy sucio, si viene una lluvia no va a aguantar y tratando de hacer gestión y prever e ir un paso adelante, en caso de que nos ocurra algo. Si no pasa nada, bueno menos mal que se tomaron las medidas, pero que, la ciudadanía sea empática, Toda su basura acumulada en las alcantarillas, en los cauces que están perimetrales a los antiguos canales de riego, llenos de basura, entonces falta preocuparnos por el otro, no tan solo por uno mismo. Hay que tener conciencia ciudadana».
¿Cómo siguen las expectativas de las obras en el Paso Pehuenche?
«Va a depender de cómo sea el invierno. Nos tocaron inviernos muy duros. El trabajo que hacíamos tres o cuatro días despejando el lugar, venían dos días de tormenta de nieve y volvíamos con las máquinas nuevamente. Es difícil el Paso Pehuenche. Aparte de eso, ya nos entregaron un estudio geológico, que descubre una falla antes de llegar a la aduana, que es de 500 metros lineales, donde el suelo es una verdadera licuadora donde uno logra ver que se rompe la carpeta asfáltica a cada rato. Tenemos un proyecto muy ambicioso con Pehuenche, que es la construcción de los cobertizos, por 155 mil millones de pesos, y eso considerando, que el presupuesto de la Dirección de Vialidad, son 219 mil millones de pesos».
¿Es un proyecto que se asume desde este presupuesto?
«No, es un proyecto aparte, que por los montos se autoriza a nivel nacional desde el nivel central. Por lo tanto, desde allá deberían aprobar el proyecto de los cobertizos, pero falta un poco para eso. Tenemos la mayor de las intenciones de ver que el día de mañana el Paso Pehuenche se materialice y que sea un paso que esté habilitado diez u once meses en el año, pero para eso, necesitamos construir los cobertizos, reparar la ruta, y subirla de estándar y categoría. Y reparar esos metros que tenemos de fallas geológicas».
¿Cómo se ve la situación en Licantén y Hualañé que se inundaron gravemente el año pasado?
«Lo que se pudo hacer por parte nuestra, con las herramientas y recursos que tuvimos, nos concentramos en la Cuenca del Mataquito y los colocamos todos allá. También en Linares, en la cordillera en el Valle Central. Pero son magnitudes tremendamente grandes de obras, que hay que hacer allá y va a pasar este, y el próximo gobierno y el siguiente, en que podamos hacer definitivamente algo. De hecho, en la Cuenca del Mataquito se necesita un estudio, para ver los deslindes, y eso es muy largo. Uno no puede venir y construir en propiedad privada».
¿Está satisfecho con todo lo que se ha hecho hasta ahora?
«Hemos hecho, lo que hemos podido. Todos los días los funcionarios se levantan con unas tremendas ganas de hacer bien nuestro trabajo, y los recursos son limitados y las necesidades son infinitas. Pero tratamos de solucionar todos los problemas de la ciudadanía», concluyó.