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Bernardo González Koppmann, poeta, investigador y educador talquino, cuya singular obra ha sido traducida al francés,
catalán, italiano, portugués, turco e inglés

La poesía siempre ha caracterizado poderosamente el quehacer cultural maulino desde que el poeta parralino Pablo Neruda alcanzara la universalidad con el premio Nobel. Nuestra región es pródiga en “regalar” al mundo grandes poetas y escritores que han sido más reconocidos fuera de casa y que han contribuido a fortificar la historia de las letras en Chile.
Para el poeta, investigador y educador talquino Bernardo González Koppmann, la inquietud por escribir viene desde sus propias raíces y como le revelará a “Diario Maule Hoy” siempre ha estado consciente en su vida y su trabajo más intelectual.
¿ Qué significado tiene para ti que te describan como parte de la Generación del Roneo?
“La Generación del Roneo la forman en Chile, aquellos poetas que publicaron sus primeras obras a principios de los años ochenta, cuando la dictadura de Pinochet imponía a todo el país la constitución neoliberal de Jaime Guzman, que es por lo demás, la misma que nos rige hasta hoy. El nombre “Generación del Roneo” es bastante certero, porque nuestros poemarios se editaban en esos tiempos, a través de estenciles pasados por un mimeógrafo en imprentas artesanales y clandestinas, usando para el caso, el típico papel roneo. A mi me apoyó mucho en ese tiempo Juan Tello, encargado de la Pastoral Juvenil de Talca, bajo la mirada paternal de monseñor Carlos González Cruchaga. Como poetas, teníamos una estética decididamente contestataria, social y cotidiana, reflejando la época, pero también cantándole a la libertad y a la esperanza. Nuestros referentes eran Neruda, Ernesto Cardenal, Roque Dalton, Bertold Brecht, Pedro Casaldáliga y otros representantes de la Teología de la Liberación. Esa experiencia nos marcó profundamente, puesto que muchos de nuestros poemas nacen de la vida, de la calle, de las protestas y de la violación sistemática de los Derechos Humanos, más que de la academia y la intelectualidad. Con el paso de los años, fuimos incorporando más recursos literarios a nuestros textos. Raúl Zurita, Jorge Torres, Rodrigo Lira, Elvira Hernández, José María Memet y Gustavo Becerra, entre otros, que fueron los grandes nombres que dio esta generación”.
¿ Cómo diste tus primeros pasos y descubriste tu vocación poética?
“Yo creo que toda persona nace con facultades poéticas, dadas de vivir en armonía con lo bello; lamentablemente muchos se atrofian por distintos motivos y se pierden en el camino. Además, tuve la suerte de tener una infancia muy vinculada a huertas, almácigos, gallineros, parrones, leñeras, volantines y mascotas, todo ello en el patio de mi casa, desde donde se oían los pitos de los trenes y la campana de la iglesia. Era mi verdadero paraíso, nunca perdido y menos olvidado. Luego conocí el paisaje del Maule y la biblioteca en Infiernillo de Jorge González Bastías. Mi padre Hugo fue ferroviario, hijo del ramal, y mi madre Ester, profesora normalista, quien me llevaba a clases en bicicleta. Ellos fueron mis verdaderos maestros de vida y poesía. Lo demás era cuestión de tiempo, porque mi alma desde la primera niñez ya rebosaba poesía. Todo esto obviamente antes del golpe de estado de 1973”.
¿ Qué aspectos fundamentales tienen para tí la publicación de los libros “Poemas Simples” y “Nuevamente los pájaros acuden a rescatar mi soledad”?
“Con “Poemas Simples” ( 1984 ), intento vincularme directamente con el paisaje maulino, específicamente con los rulos costeros, rescatando de lo elemental, de la pobreza y humildad de sus gentes campesinas, una dignidad de seres humanos que los eleva a una categoría mística, trascendente. Hasta hoy conservo esa impronta en mi poesía. Respecto al libro “Nuevamente los pájaros acuden a rescatar mi soledad” ( 1990 ), podría decir que a partir de él , asumo temas sociales, con cierta conciencia de clase, localizado en Talca y sus alrededores. Hablo de Rangers, de calles oscuras, de la niebla, de presos políticos, herramientas, viejas, tarros, de la tumba de mi abuelo y otros elementos que van ampliando mi universo poético. En este poemario encuentro mi propio estilo, que lo podría definir como “descriptivo metafísico”, o sea cojo un tema, una ciruela por ejemplo, y la asedio, la acoso con imágenes poéticas , transformándola en símbolo, en estrella, en ese sol que enciende el alma de los niños. Con este libro me empecé a sentir verdaderamente poeta”.
¿ Cuál es la importancia de las obras “Memorias del bardo ciego” y “Catacumbas” publicadas en Valparaíso?
“Catacumbas” ( 2009 ), es una antología de poesía social preparada por Felipe Moncada Mijic, y ubicada en la editorial Inubicalistas de Valparaíso. Este libro me abrió puertas y ventanas en distintas ciudades más allá de la región, donde fue bien recibido, difundiéndose así mi poesía eminentemente maulina, en distintos territorios del país. Ese fue el mérito de ese libro, creo que con él, mi poesía se puso pantalones largos. Sobre “Memorias del bardo ciego” ( 2012 ), también publicado por Moncada en Inubicalistas, podría decir que tiene la osadía y patudez de intentar fusionar tres cosmovisiones : la mirada huilliche de Chiloé, donde habitan tres de mis nietos; el finés del Kalevala, poema mítico del país nórdico, dado que mi hija menor siendo chilena también es finlandesa; y por último, el habla cotidiana del maulino que siempre llevo y llevaré muy dentro. Este ejercicio literario lo desarrollé para esclarecer ciertos conflictos existenciales que arrastraba, y creo que lo logré, pero, desde entonces, no he tratado de escribir algo parecido, porque regresé más maduro y más templado a la sencillez de la poesía de los seres y las cosas de todos los días. Fue sólo un lujito que me dí.”
¿ Qué sensación personal tienes cuando lees tus obras traducidas al francés, portugués, italiano e inglés?
“La verdad que no siento nada especial, solo temo que con la traducción no se vaya a perder la música y el contenido que yo le quise dar al poema. Sufro porque me lo pueden dejar distinto y no exprese la belleza que alguna vez capté. Como padre de mis poemas soy muy estricto y celoso. No sé si eso estará bien”.
¿ Cómo venciste la rutina del encierro durante la pandemia? ¿ acaso leyendo los libros de otros autores que te interesan?
“Aproveché bastante bien el encierro para revisar y reescribir mis obras completas llamadas “Cantos del bastón”. Además, con los retiros del 10 % tuve recursos para publicar el libro de Helena Ediciones. Este año hicimos el lanzamiento en la Universidad de Talca, donde sentí mucho cariño , gratitud y reconocimiento de la gente. En “Cantos del bastón” recojo las 17 publicaciones que he realizado durante 40 años de labor literaria. Sin la pandemia no lo habría podido editar. Al mal tiempo, buena cara”.
¿ Cómo sobrevive la prosa poética en tiempos donde a los jóvenes lectores parecen importarle más otros estilos como el cómic y las novelas de terror?
“Difícil pregunta, lo que ameritaría una respuesta muy larga. Solo te diré que Gustavo Adolfo Bécquer alguna vez escribió “Podrá no haber poetas/ pero siempre habrá poesía. ¿ Qué sería del mundo sin poesía? ¿ Podría el hombre ser feliz sin sueños, sin imaginación, sin magia en las palabras? Creo que modestamente hablando, nunca faltarán lectores de poesía, género que, como muy bien lo recordó Juan Ramón Jimenez, es el preferido de una “inmensa minoría” que aún no pierde la fe en la belleza de vivir en paz. No sé si me explico”.
¿ Qué importancia tienen los Encuentros Poéticos, como en los que en su tiempo organizaba Emma Jauch?
“Los encuentros poéticos me parecen excelentes. Te permite compartir con escritores que admiras y conocer poetas jóvenes. Te da el tiempo y lugar para reflexionar, leer, confraternizar. Se hacen amigos nuevos, se intercambian libros, se pone en valor el arte de escribir. Así fueron los legendarios Encuentros de Escritores Maulinos de Huilquilemu, con ese espíritu gremial, si se quiere, solidario, respetuoso, a principios de los 90. Espero que se vuelvan a repetir , algo se ha intentado, como el reciente encuentro de poetas en el Colegio Eduardo Galeano en Talca , por ejemplo. Pero son esfuerzos personales. Dios quiera que algún día la cultura sea un derecho social y apoye estos aquelarres tan necesarios para el alma de los pueblos”.
¿ Estás en redes sociales ya sea facebook, twitter o Instagram?
“Sí, estoy en facebook, pero no he querido incursionar en Twitter e Instagram, por falta de tiempo. Usando bien las redes sociales, éstas son maravillosas”, concluyó.

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