Seremi de Salud cerró las Termas de Panimávida por incumplir prohibición de funcionamiento

La Secretaría Regional Ministerial (Seremi) de Salud del Maule decretó este martes el cierre de las conocidas Termas de Panimávida, ubicadas en Colbún, por incumplir una orden de prohibición de funcionamiento que pesaba sobre el recinto.
El recinto es investigado a raíz de la notificación de dos adultos mayores, provenientes de Santiago, que habían estado de visita en las termas y que reportaban síntomas asociados a un posible caso de legionelosis, un tipo de neumonía que se contrae a través de la inhalación de aerosoles o gotas de agua contaminadas con concentraciones elevadas de la bacteria Legionella.
La mayor de las afectadas, de 95 años, falleció, mientras que la otra, de 75, se mantiene hospitalizada en estado grave.
Debido a esta situación, la Seremi de Salud realizó una visita inspectiva a las termas, detectando que en sus instalaciones no había agua apta para el consumo humano y que, además, abastecían agua termal sin autorización.
Tras ello, la autoridad se determinó la prohibición de funcionamiento del establecimiento y dio un plazo hasta el 5 de noviembre para el desalojo de los turistas presentes en el lugar, cosa que no ocurrió.
«Cuando se vino a fiscalizar se encontraron otras situaciones sanitarias que no se estaban cumpliendo», dijo el seremi de Salud subrogante, Alex Soto.
«Los dos sumarios están en este momento en el Departamento Jurídico, que sopesa la evidencia de la falta y las multas dependen de ese análisis», agregó la autoridad.
Por su parte, la Delegada Presidencial Provincial de Linares, Priscila González, indicó que «sabemos que es un golpe en materia económica, sin embargo, queremos que la empresa reconsidere todas las indicaciones que se le han dado para que de esta manera puedan seguir trabajando, y aquí hay que también fijarse que hay trabajadoras y trabajadores que hoy día también están siendo vulnerados al no tener la información que correspondía respecto de lo que aquí estaba sucediendo».
A raíz de los sumarios sanitarios, las termas arriesgan una multa de hasta 1.000 UTM (unos 61 millones de pesos).